El Banco de España señala siete riesgos económicos para 2022
05/11/2021
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El actual contexto económico, marcado por la pandemia, se prevé extremadamente complejo según los expertos
El Banco de España percibe un elevado nivel de incertidumbre que concreta en siete fuentes de riesgos que condicionarán la evolución de la actividad económica en 2022. Así, la Unidad de Comunicación de Crédito y Caución ha dado a conocer estos riesgos que se dan en un contexto económico extremadamente complejo para los próximos meses.
Las fuentes de riesgo son las siguientes:
- La evolución de la pandemia. Todas la proyecciones de recuperación macroeconómica descansan sobre la hipótesis de un control sobre el impacto sanitario del Covid-19. Sin embargo, no puede descartarse una evolución epidemiológica más desfavorable: la elevada circulación del virus en regiones emergentes, donde el proceso de inmunización está menos avanzado, podría favorecer la aparición de variantes del virus resistentes a las vacunas y la reintroducción de medidas de contención que afectarían a la recuperación.
- El deterioro de la solvencia empresarial. Existe una elevada incertidumbre sobre el impacto final que la crisis tendrá sobre el tejido productivo. Frente a lo inicialmente esperado, el Banco de España ya ha detectado algunos signos de deterioro en la solvencia empresarial y un repunte de los concursos de acreedores a pesar de la moratoria vigente. “La finalización de las medidas públicas de apoyo a las empresas podría hacer que emergieran nuevos deterioros de la solvencia empresarial en el futuro si la actividad de las sociedades afectadas se recupera a un ritmo insuficiente para compensar los efectos de la retirada de los estos estímulos y las medidas extraordinarias adoptadas en el marco de la pandemia”, explica.
- Los efectos de la inflación. Aunque el reciente repunte de la inflación obedece fundamentalmente a factores de naturaleza transitoria, existe un notable nivel de incertidumbre acerca de la duración del actual episodio de encarecimiento de los costes de producción. Cuanto mayor sea su duración, mayor será la probabilidad de que gane persistencia, al filtrarse los aumentos de costes con mayor intensidad a los precios finales y los salarios.
- El gasto del ahorro embolsado por los hogares. Los hogares españoles han acumulado durante la pandemia una bolsa de ahorro equivalente al 6% del PIB. El Banco de España advierte de que nivel de incertidumbre sobre el ritmo y alcance con que los hogares gastarán este notable volumen de ahorro acumulado durante la pandemia es elevado. Lo más probable en su opinión, es que a medio plazo se traduzca en consumo solo de forma parcial.
- La recuperación de los flujos turísticos. El turismo es uno de los motores de la actividad económica en nuestro país. Las actuales proyecciones asumen que la recuperación de los flujos turísticos previos al Covid-19 volverán a alcanzarse en 2023. No obstante, el Banco de España advierte que no resulta sencillo anticipar los patrones de comportamiento que tendrá el turismo internacional tras la pandemia.
- El impacto de los fondos Next Generation. La incertidumbre en torno al calendario de los fondos Next Generation continúa siendo notable tanto en relación con el momento de ejecución de los proyectos como respecto a su efecto multiplicador sobre la actividad y el empleo. El retraso en la ejecución puede que no constituya necesariamente un inconveniente a medio plazo, siempre que contribuya priorizar en la selección proyectos con un efecto multiplicador más elevado, pero a corto plazo mermará el crecimiento.
- La evolución de los cuellos de botella. La rápida recuperación de la demanda mundial ha generado tensiones en las cadenas de suministros globales, con fuertes alteraciones en el transporte marítimo internacional, lo que ha provocado un aumento significativo de su coste y retrasos en el aprovisionamiento de productos. Una mayor intensidad o persistencia de los cuellos de botella en el suministro de determinados bienes intermedios energéticos y no energéticos podría poner en riesgo la intensidad de la recuperación.