Así aumenta el precio de la fruta del campo valenciano a la cesta de la compra
La naranja sigue siendo la reina del sobrecoste con un 1.298% de diferencia entre el agricultor y el comprador
Es una queja histórica de los agricultores valencianos, la diferencia observada entre el precio al que venden sus productos y el que paga el consumidor por ellos en el supermercado o la frutería, tras pasar por manos de intermediarios y distribuidores.
Ante el periodo de inflación que se vive actualmente, La Unió de Llauradors ha elaborado un estudio sobre las “escandalosas diferencias de precios” que marcan algunos productos hortofrutícolas desde su salida del campo en origen hasta la llegada a los lineales en destino de la distribución.
¿Cuáles son las frutas y verduras donde más diferencia de precio hay?
La naranja sigue siendo la reina del sobrecoste, que alcanza un 1.298% de diferencia de precio desde que sale del huerto, donde se paga a 0’11 euros el kilo, mientras que el consumidor lo paga a 1’38 euros.
Si elegimos un producto de temporada como la sandía, el productor percibe 0,36 €/kg, en la fase de intermediarios llega a los 0,93 €/kg y en la distribución se dispara hasta los 2,20 €/kg. La diferencia entre campo y distribución de la sandía es del 511%.
Con el melón sucede lo mismo. En campo se paga de media a 0,47 €/kg, en la fase de intermediarios a 1,66 €/kg y en la distribución a 1,85 €/kg. La diferencia entre campo y distribución es del 293%.
La nectarina, por su parte, se ha pagado en campo a una media de 0,67 €/kg y en la distribución a 3,44 €/kg. El diferencial entre lo pagado en el campo y lo que abonan los consumidores es de un 412%.
En el melocotón y el limón la diferencia es similar, llegando al 380%, la lechuga aumenta su precio un 221%, la cebolla un 217%, el tomate un 174% y el calabacín un 162%. El pimiento es el último de la lista, ya que “solo” sube un 139%.
En valores absolutos, en cambio, las frutas por las que más acaba pagando el consumidor son el melocotón y la nectarina, al desembolsar casi 3 euros más por kilo de lo que se ha pagado al llaurador.
Le siguen el limón y la sandía, que no llegan a alcanzar los dos euros de sobrecoste respecto a su precio original en el campo.
Pero, ¿en qué fase de la cadena sube el precio?
En el caso de las naranjas es evidente que sube el precio con el paso por la mano del intermediario, que saca un beneficio de 0’56 euros por kilo, un 530% más del coste por el que compró. Con el melón pasa algo similar, donde el intermediario saca de media un beneficio de 1’19 euros el kilo, un 253% más.
Con la cebolla, en cambio, quien más gana es el distribuidor final, ya que hay una diferencia de 0’99 euros entre el precio de las que compra y las que vende, un 191% más, algo similar a la patata, con la que saca una diferencia de 0’84 euros.