Altea ya tiene cartel para su Semana Santa
El pasado sábado daban comienzo los actos de la Semana Santa de Altea. Después de la solemne misa cantada, la iglesia parroquial acogió la presentación del cartel anunciador, obra de la artista alteana Alicia Hernández, y la lectura del pregón a cargo de Ramón Belda, párroco de San Fulgencio, y anteriormente vicario en Altea. Asimismo, también se presentó el vídeo de la Semana Santa 2018, subvencionado por el Ayuntamiento de Altea, a través de su concejalía de Fiestas, para promocionar nuestra Semana Santa. El párroco de Altea, José Abellán, como anfitrión, condujo esta actividad.
Al acto asistió el alcalde de Altea, Jaume Llinares; el concejal de Fiestas, Vicent Ripoll; el presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades; Pepe Serrat; los miembros de las cofradías de Altea; los clavarios y clavarios de honor de la comisión del Santísimo Cristo del Sagrario; la reina infantil y las damas de las fiestas y una numerosa representación de la sociedad alteana.
Una corona de espinas rodeando una flor de la pasión con un fondo púrpura son los elementos y el color protagonistas del cartel anunciador de la Semana Santa alteana. Como explicó la propia autora del cartel, la artista alteana Alicia Hernández, licenciada en Bellas Artes y especialista en restauración y conservación, ‘’en el cartel, tanto la guirnalda u orla formada por la corona de espinas como la flor del centro, son el tema religioso y aluden ambas a la Semana Santa. La corona de espinas es evidente que representa la Pasión de Cristo y su sufrimiento y muerte en la Cruz. La flor, la pasiflora caerulea, comúnmente llamada flor de la pasión, de simbolismo no tan evidente, quiere representar la resurrección y la promesa de la vida eterna’’. Hernández detalló que ‘’se atribuye a la orden de los jesuitas la identificación de los elementos de la Pasión con las partes botánicas de la flor. Un simbolismo que, -como ella misma señaló-, ya trató en 1610 el monje benedictino Jacobo Bosio en su libro "La cruz del calvario".
Según la autora, ‘’los diez pétalos rojos en la base representan la sangre de Cristo y los diez apóstoles que estuvieron presentes. En la parte superior se encuentra una corona con muchos filamentos que representan la corona de espinas. En la parte exterior del círculo central está representada la columna de la flagelación y sobre esta columna, en la parte de la planta que lleva el polen, están representadas las cinco llagas y en las tres partes de la pasionaria que recibe el polen se representan los tres clavos. Las semillas rojas como gotas de sangre representan la sangre coagulada’’.
La técnica utilizada es la pintura digital y domina el color violeta o púrpura, ‘’ya que en la liturgia católica simboliza la penitencia y el duelo. En general el violeta es también símbolo de la fe y espiritualidad’’. Asimismo, y en relación al 8M, la autora también recordó que es el color que identifica el feminismo y la lucha por la Igualdad de mujeres y hombres.
Por su parte, Ramón Belda pronunció un pregón donde recordó la referencia conocida más antigua de la Semana Santa de Altea: la leyenda de la venerada imagen del Cristo del Sagrario que Martín Ronda, de apodo Calderó, trajo desde Argelia. ‘’Cuando llegó a Altea la imagen sagrada, -relató el pregonero-, permaneció en diversos lugares del pueblo hasta que lo trasladaron a la iglesia parroquial donde el sacerdote no le hizo demasiado caso. Colocó la imagen fuera de un lugar público para la veneración de los fieles, detrás del altar mayor, en el trasagrario. Pero el pueblo comenzó a llamarlo como el Cristo del Sagrario y a profesarle su devoción. A pesar de la devoción del pueblo a la imagen, no salía en procesión. Un año, en Semana Santa, al salir la procesión del Santo Entierro, se escuchó un fuerte ruido dentro de la iglesia, concretamente detrás del altar mayor. El estruendo provenía del trasagrario, el Cristo había caído pero estaba intacto y los clavos seguían en la pared. Lo volvieron a colocar y siguió la procesión. Al instante se volvió a escuchar el ruido, y se produjo la misma escena... El Cristo había caído al suelo y estaba intacto. Con cuidado lo volvieron a colocar sobre los clavos. Y de nuevo el ruido misterioso como en las anteriores ocasiones. Por tercera vez la imagen en el suelo e intacta. Los alteanos comprendieron que aquella imagen del Cristo crucificado quería salir a la procesión de Semana Santa. Así fue como la imagen del Cristo del Sagrario procesionó por Altea por primera vez un Viernes Santo’’.
Con la lectura de este pregón Belda afirmaba que ‘’la Semana Santa es el reencuentro con nuestro pasado y con nuestra historia más íntima y el recuerdo agradecido a nuestros antepasados que nos legaron estas tradiciones y costumbres tan nuestras. Fe y tradiciones unidas en la celebración de la Semana Santa de Altea’’. Finalmente, invitaba a alteanos y alteanas a participar de todos los actos de su Semana Santa para seguir fieles a la fe y a nuestra historia.