Almussafes apuesta por crear una Red de Tierras para combatir el abandono de la huerta
Tal y como se avanzó a mediados de enero, el ejecutivo de Almussafes está analizando las posibles herramientas que permitan combatir el abandono de los campos del término municipal, unas 7.700 hanegadas en la actualidad, según datos oficiales. Tras la primera toma de contacto con el director general de Agricultura, Roger Llanes, por parte del alcalde, Toni González, y el presidente de AVA-ASAJA local, Salvador Sabater, a mediados de enero, el pasado martes día 21, el mismo Llanes y el propio secretario autonómico de Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Rodríguez, se desplazaron hasta la población para presentar, ante los miembros el Consejo Agrario Municipal los objetivos sobre las que se sustenta el anteproyecto de Ley de Infraestructuras Agrarias, presentado el pasado mes de noviembre por el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Elena Cebrián. Esta norma, que contempla la figura del suelo infrautilizado y que sienta las bases del cambio del esqueleto de la producción agraria valenciana, con una reversión de la excesiva fragmentación de la propiedad a través del fomento de la gestión común y la sostenibilidad, plantea, entre otras soluciones, la creación de una red de tierras, que comparten una misma gestión y que son explotadas por agricultores profesionales, sin perder sus propietarios en ningún caso la titularidad de las mismas.
El presidente del ejecutivo defiende que las raíces de Almussafes se encuentran en la agricultura, aunque en la actualidad existen tan solo unos cinco productores agrícolas en activo, a los que hay que sumar aproximadamente ocho trabajadores del sector agrario, que cuentan con pocas tierras en propiedad o arrendadas y cuyo sustento también se mantiene a través de los llamados "jornales". El resto de los terrenos de cultivo se explotan para consumo propio por parte de prejubilados o jubilados. Ante esa realidad, González afirmó que "es necesario combatir el abandono de las tierras, por tratarse de una situación que afecta negativamente a la economía local y que además tiene consecuencias medioambientales y emocionales evidentes". Asimismo, González manifestó que son los representantes de las propias entidades agrarias de la localidad, la Cooperativa, la Acequia Real del Júcar y AVA-ASAJA, todos ellos presentes en la sesión informativa del Consell, los que deberían llegar a acuerdos e implicarse para crear en el municipio una agrupación de explotaciones. "Lógicamente, si se toma la determinación de acometer esa reestructuración parcelaria para evitar el exceso de suelo abandonado y crear puestos de trabajo profesionales y con rentabilidad en nuestra huerta, desde el Ayuntamiento apoyaremos económicamente la iniciativa", apuntó.
Por su parte, el secretario autonómico defendió que desde el Consell de la Generalitat se brindaría el máximo apoyo, puesto que "el gobierno valenciano tiene claro que el sector agrario es fundamental para el presente y el futuro de nuestra economía y uno de los ejes fundamentales de nuestra política pasa por rejuvenecer el campo y recuperar la viabilidad económica de nuestras explotaciones". Asimismo, Francisco Rodríguez, informó que de los 80.000 agricultores profesionales valencianos registrados hace 20 años, en la actualidad tan sólo se mantienen 7.000 y la media de las explotaciones de regadío no superan las 2 hectáreas. "Por ello, nosotros apostamos por el modelo social, sin que los propietarios pierdan la titularidad de sus tierras".
Según el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, "esta medida tiene como objetivo evitar problemas medioambientales o fitosanitarios, además de corregir el exceso de suelo abandonado, cerca de 140.000 hectáreas en los últimos veinte años". Llanes constató que la excesiva fragmentación de la propiedad y la falta de una cultura de arrendamiento o de unión de tierras como alternativas viables han provocado la carencia de rentabilidad de la huerta y una población envejecida. "Este problema lleva muchos años incubándose y se debería de haber abordado hace ya dos décadas", concluyó.