La residencia de la tercera edad combate el riesgo de caídas con ejercicios adaptados

La residencia de la tercera edad de Almassora pone a disposición de los usuarios un programa de prevención de caídas basado en la realización de ejercicios que fomentan la coordinación, la fuerza muscular y el equilibrio. Las sesiones se adaptan a las características físicas y cognitivas de los ancianos, con el objetivo de potenciar su seguridad a la hora de desplazarse y detener el deterioro asociado a la edad.

Un técnico deportivo de la fundación internacional Siel Bleu dirige las actividades, a las que acuden semanalmente un grupo de 15 ancianos. “El éxito de la terapia- explican desde la entidad- radica en el carácter lúdico de las sesiones y en el papel socializador que éstas tienen para los usuarios”. “Intentamos que, durante la clase y en la medida de sus posibilidades, se desplacen sin utilizar elementos de apoyo, algo que también fomenta su autoestima”, asegura el técnico responsable de las sesiones del centro almazorense, Josep Cotano.

Las sesiones comienzan con ejercicios de calentamiento, tras los cuales los ancianos deben completar una serie de circuitos de obstáculos, siempre ayudados por el profesional. Durante la actividad, los usuarios intercambian impresiones y “se animan unos a otros y celebran haber podido culminar las pruebas”, informa Cotano.

Desde la dirección del geriátrico destacan de que, antes de la puesta en marcha del programa, un equipo multidisciplinar selecciona a los ancianos cuyo estado físico les permite participar. “Los resultados que obtenemos gracias a estos ejercicios son de gran ayuda para los usuarios y para los profesionales que cuidan de ellos, ya que les permiten ponerse en pie y mantener el equilibrio y todo eso facilita las tareas del día a día”, confirma la directora del centro, Eugenia Gómez.

Por su parte, la concejala de Sanidad y Servicios Sociales, Diana Belliure, ha puesto de manifiesto la apuesta que el equipo de gobierno hace por terapias que contribuyan a fomentar el bienestar de las personas mayores. “Tanto este programa de prevención de caídas, como el de los ejercicios con perros y las numerosas actividades que ofrece representan opciones de socialización para los usuarios, favorecen su seguridad emocional y su independencia y contribuyen a retrasar el deterioro físico asociado a la edad”, asegura Belliure.