Fervor en la primera ofrenda a la Mare de Déu del Roser

Almassora huele a fiesta y sus vecinos la respiran en cada rincón de la localidad. Fervor, música, actos taurinos, juegos para los más pequeños, conciertos, ofrendas y un sinfín de actos que, durante los diez días que duran las fiestas en honor a la Mare de Déu del Roser, harán las delicias de vecinos y visitantes.

Unas fiestas que comenzaban con l’Esclat de la Festa y con cientos de asistentes en la plaza Mayor dando ese pistoletazo de salida a unos días intensos, especialmente este fin de semana con actos tradicionales, novedosos y, sobre todo, emotivos. Así, este sábado se vivió en Almassora una de las ceremonias más especiales de las fiestas a pesar de ser la primera vez que se celebraba: la ofrenda a la Mare de Déu del Roser.

Cientos de vecinos han salido a la calle para agasajar este sábado y por primera vez a la virgen y patrona de la localidad. El recorrido ha partido de la la iglesia del Santísimo Cristo y ha recorrido diversas calles de Almassora para acabar en la parroquia de la Natividad. Cientos de devotos han ido desfilando hasta depositar su ramo a los pies de la virgen dibujando así un tapiz floral blanco y rosa.

Peñas, collas, asociaciones, niños, la Junta de Damas de Santa Quitèria y Virgen del Rosario, la Junta Local de Fiestas, autoridades, la reina y sus damas de la corte de honor son solo algunos de los muchos devotos que han querido participar en esta primera ofrenda.

Este mismo sábado se celebraba también el encierro que daba comienzo a los actos taurinos de toda la semana. Aficionados de Onda, Ontinyent e, incluso, Madrid, entre otros, han participado en este primer encierro que ha continuado con la suelta de un toro en la plaza Mayor y la primera de las entradas de vacas, que ha sido de Germán Vidal. Hasta los más pequeños de la casa han podido vivir una especie de encierro.

Pero el domingo no ha sido menos intenso. Este último día de la semana pero no de las fiestas se ha celebrado una misa y una procesión en honor a la Mare de Déu del Roser. La procesión ha sido presidida por reina, damas, clero y autoridades que han recorrido el itinerario de costumbre. Emoción, fervor, sentimiento y cariño a la virgen en una jornada dominical festiva cuyo remate final ha venido de la mano de una gran traca con fuegos artificiales.