Dos empresas optan a construir las nuevas oficinas vecinales de Fátima en Almassora
Eiffage y Zarzoso compiten por la adjudicación de las obras valoradas en 170.000 euros
Dos empresas han presentado sus plicas al concurso público de licitación de las nuevas oficinas vecinales en el barrio de Fátima, un hecho que garantiza las obras para la apertura de este local situado en la calle 9 d’Octubre, a escasos metros de la sede actual de San Pablo. El departamento de Contratación ha recibido las ofertas de las constructoras Eiffage Energía Sistemas y Construcciones Rafael Zarzoso en el plazo habilitado.
La mesa de contratación se reunirá en los próximas días para baremar cada una de las propuestas y adjudicar el contrato de obras una vez que entre en vigor el presupuesto municipal de 2023. No en vano, estos trabajos cofinanciados al 50% por fondos FEDER de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Almassora cuentan con partida presupuestaria en el nuevo ejercicio.
Las obras permitirán dar uso a un local sin actividad y sin compartimentar que mide 183,63 metros cuadrados en la confluencia de las calles San Pablo y Transformador. La distribución del recinto incorporará dependencias destinadas al Ayuntamiento de Almassora, así como despachos para las distintas asociaciones, una sala de reuniones, almacenes y aseos, según el diseño del arquitecto local José Manuel Martinavarro.
La constructora que gane el concurso de adjudicación tendrá un plazo de cinco meses para ejecutar los trabajos, que permitirán incorporar cuatro despachos (tres para las asociaciones de barrio y uno como dependencia municipal), tres almacenes (para las asociaciones) y una amplia sala de reuniones, además de los aseos accesibles exigidos. Estas nuevas dependencias tienen como objetivo principal atender las necesidades sociales del barrio y hacer de su entorno un espacio más acogedor, facilitando así las relaciones vecinales.
Esta transformación del local supondrá crear nuevas aulas para realizar cursos de formación y actividades orientadas a la participación del vecindario para encontrar trabajo, la convivencia entre diferentes generaciones del barrio, la integración de los diferentes colectivos y, muy especialmente, la atención a las personas mayores y a las mujeres en riesgo de exclusión gracias a nuevas herramientas inexistentes hasta la fecha.