Los clubes deportivos de Almassora recuperan el renovado pabellón B de La Garrofera
El equipo de balonmano estrena la reforma tras cuatro años sin actividad
El Club Almassora Balonmano ha estrenado hoy la reforma del pabellón B del polideportivo La Garrofera tras cuatro años cerrado por las obras del Regina Violant y las de la propia pista deportiva. El equipo local ha sido el primero en realizar sus entrenamientos en la cancha renovada durante las obras del colegio. No en vano, la pista está integrada en las dependencias educativas y permitirá compatibilizar el uso educativo con el deportivo.
Según los datos de licencias del último ejercicio, utilizarán el pabellón B de La Garrofera 240 jugadores federados (168 del Club Almassora Balonmano y 72 del Atlètic Bàsquet). Tal como estaba previsto, el fin de las obras en la cancha y la recepción de las obras del nuevo colegio han permitido la reapertura de un pabellón que ha sido objeto de una profunda reforma para mejorar la comodidad de usuarios y público y evitar lesiones a los deportistas.
La alcaldesa, Merche Galí, y el concejal de Deportes, Sergio Gómez, han visitado esta tarde la cancha para dar la bienvenida al club en la nueva temporada. “Hoy ponemos fin a los traslados a otros municipios vecinos y a los entrenamientos en instalaciones precarias y estamos seguros de que, si el coronavirus lo permite, el deporte local nos dará muchos éxitos en los próximos meses en la senda del reciente ascenso del femenino de balonmano a primera”, según Galí.
La instalación ha renovado la cubierta, que ya es impermeable, y ha transformado en ignífuga la estructura con el fin de que la pista sea más segura para las personas usuarias. Además, entre las prestaciones que ha incorporado tras la reforma figura el nuevo acceso y los vestuarios independientes del uso escolar. No obstante, debido a la emergencia sanitaria, estas dependencias están cerradas temporalmente para evitar contagios de COVID-19 entre los deportistas.
Por otro lado, la empresa constructora ha sustituido los canalones y los paramentos traslúcidos, que estaban ennegrecidos por el paso del tiempo, de manera que en la actualidad filtra la luz solar y la estética de la cubierta luce renovada. Además, la intervención ha permitido cambiar la instalación eléctrica por una más eficiente y dotar al pabellón de nuevas medidas contra incendios.
Respecto a las características de la pista, los deportistas han estrenado esta tarde el solado continuo de poliuretano, que está impermeabilizado y cuenta con una capa elástica para evitar lesiones y facilitar la práctica. La cancha dispone también de renovadas salidas de evacuación, entre las que figura la conexión entre las calles Virgen del Socorro y San Ildefonso.