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Arranca el movimiento de tierras para edificar el colegio Santa Quitèria en Almassora

Arranca el movimiento de tierras para edificar el colegio Santa Quitèria en Almassora
  • Vallado, casetas de obra y trasplantado de árboles marcan el inicio de las obras

Las obras del colegio Santa Quitèria de Almassora han arrancado con el movimiento de tierras, que marca los preparativos del terreno en el que se alzará el complejo educativo valorado en 3.882.163,23 euros. La alcaldesa, Merche Galí, y los técnicos municipales directores de la obra han supervisado el inicio de los trabajos en la calle Derechos Humanos con cargo al Plan Edificant.

El vallado del recinto, la instalación de las casetas de obra y el trasplantado de los árboles ubicados en este espacio forman parte de estas primeras actuaciones ejecutadas a cargo de la empresa Civicons, responsable de la construcción del nuevo edificio. La previsión municipal pasa por tramitar la próxima semana la primera certificación de obra con los costes de estos trabajos iniciales.

En la actualidad, la zona está perimetrada desde la acera de la manzana afectada para garantizar la seguridad de los transeúntes por el entorno, si bien de momento el tráfico rodado mantiene la ordenación habitual en las calzadas adyacentes. Los trabajos mantendrán el mismo ritmo durante todos los meses de verano para garantizar el cumplimiento del calendario previsto, que sitúa la apertura del nuevo colegio en septiembre de 2022.

Su inauguración permitirá retirar los barracones instalados desde 2010 junto al campo de fútbol José Manuel Pesudo. El Santa Quitèria contará con una superficie total de 5.041,70 metros cuadrados, con tres unidades de Infantil, seis de Primaria y un comedor con capacidad para 180 comensales repartidos en dos turnos.

Ubicada entre los barrios de Corell y Fátima, la nueva edificación dispondrá de pistas deportivas en el lateral del recinto, un huerto escolar, espacio para juegos cooperativos y de fomento hacia el medio ambiente y zonas reservadas a administración. Las grandes cristaleras primarán la luz natural en un diseño que aboga por la eficiencia energética y el uso continuado de zonas comunes.

La propuesta ganadora del concurso de ideas apuesta por la instalación de porches para permitir el uso exterior en cualquier momento del año, mientras que los tonos neutros, con el blanco y el terracota de la propia cerámica como protagonistas, marcarán la gama cromática de todo el recinto.

Las calles adyacentes al espacio escolar también modificarán su imagen habitual con la construcción de una pista ciclista BMX valorada en 120.000 euros y cofinanciada con fondos FEDER de la Unión Europea. “Esperamos que el nuevo colegio, esta instalación deportiva y las mejoras previstas en los barrios adyacentes constituyan un revulsivo para atraer a familias jóvenes”, según Galí.

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