Almassora retomará el Mercat de la Taronja para promocionar el producto local
La cita comercial se repetirá todos los domingos desde el próximo día 6
El Ayuntamiento de Almassora volverá a celebrar el Mercat de la Taronja todos los domingos del invierno para promocionar el consumo de cítricos locales entre los vecinos. La cita, que alcanza su quinta edición, arrancará esta semana y se repetirá cada jornada dominical a partir de las 9.00 horas. Los interesados en participar en el mercado pueden rellenar la instancia correspondiente en el Servicio de Información y Atención Ciudadana (SIAC).
Una vez más, el precio de venta al público está pactado entre las partes para garantizar que se trata de una iniciativa comercial justa y sin intermediarios. Así, los consumidores podrán comprar cinco kilos de naranjas a tres euros "asegurándose de que las cosechas llegan directamente del campo, de nuestra tierra", ha apuntado el concejal de Agricultura, Santiago Agustí.
La cooperativa agrícola San José, impulsora del evento junto al consistorio, ha confirmado la asistencia de los dos agricultores que el año pasado participaron durante todo el ciclo y ha animado a los propietarios de fincas de cultivo a sumarse a la cita. El Ayuntamiento de Almassora pone a su disposición una ficha con la variedad de cítricos que desean vender, el término y partida en que se cultivan, así como la superficie de la finca, el polígono y la ubicación de la parcela. Cabe recordar que la instalación de los expositores no supone ningún gasto para los agricultores.
Tal como figura en las bases, cada vendedor únicamente podrá instalar una parada, que tendrá una anchura máxima de tres metros. Además, al igual que el año pasado, a cargo del puesto tiene que estar el propietario o arrendatario de las tierras o la persona en quien delegue. Al finalizar la jornada laboral, sobre las 13.00 horas, los responsables de cada expositor tienen que garantizar la limpieza de su puesto para que la plaza recupere su imagen habitual.
En cuanto al compromiso relativo a la calidad de la fruta, ésta tiene que estar recolectada directamente del árbol y ponerse a la venta limpia y libre de cualquier insecto o plaga, además de presentar un calibre comercial dentro de los baremos habituales dependiendo del tipo y la variedad. "Todo ello garantizará que nuestros vecinos consuman esa fruta de primera calidad que tenemos en el terreno gracias al trabajo de los agricultores, a menudo poco recompensados por su dedicación", ha añadido Agustí.