Almassora reordenará Fátima con una pista deportiva, parque y colegio tras el derribo del Grupo B
El Ayuntamiento de Almassora transformará el entorno del Grupo B después de su derribo, anunciado ayer por la consellera de Vivienda, María José Salvador, con nuevas instalaciones deportivas, educativas y zonas ajardinadas. Así lo ha anunciado esta mañana la alcaldesa, Merche Galí, en rueda de prensa para desvelar un proyecto urbanístico que pone en valor una zona degradada "que tiene mucho futuro por delante".
En este sentido, Galí ha avanzado que el colegio Santa Quitèria será el epicentro del barrio con una construcción que arrancará este año y que permitirá abandonar los barracones instalados en 2010 junto al centro de salud de Pío XII. La edificación en el nuevo emplazamiento de la avenida José Ortiz estará muy próxima "a una cancha prevista en este barrio dentro del Plan Director de Instalaciones Deportivas que presentaremos en breve". Será a escasos metros del centro para enfermos de Alzheimer, considerada la primera opción para ocupar el solar que dejará el derribo del bloque tapiado junto con otros usos sociales.
La munícipe ha señalado que el anuncio de la consellera Salvador "supone el punto de partida para reconducir la degradación que arrastra el entorno, fruto de las políticas de abandono en materia de vivienda social desde hace décadas". Entre otros, Galí ha incidido que el proyecto del equipo de gobierno de Almassora para transformar el barrio incluye una zona ajardinada que servirá como parque infantil para el alumnado del colegio Santa Quitèria, que en la actualidad carece de este tipo de prestaciones.
Todo ello se enmarcará junto al Centro de Formación, cuya transformación en esta legislatura ha permitido convertir la antigua Escuela Taller en un recinto homologado para la obtención de títulos académicos "que amplíen las oportunidades laborales de aquellos estudiantes que optan por la formación profesional". El hecho de haber sido uno de los proyectos más votados por la población en el proceso de presupuestos participativos ha permitido la transformación del edificio.
Con la construcción del colegio en la misma manzana que ocupa el Centro de Formación y el edificio de Servicios Sociales, el consistorio acabará con la explanada abandonada al inicio de la avenida José Ortiz. "Cumpliremos así nuestro compromiso de mejorar la imagen de Almassora en los accesos, como ya hemos hecho en San Jaime y como está previsto en la avenida de Burriana con el proyecto Som Ceràmica", ha destacado la alcaldesa.
Esta parte ha calificado como "un gran triunfo para Almassora" el anuncio de derribo consensuado por la Conselleria de Vivienda y la Alcaldía, que supone "atender el clamor del barrio para que no vuelva a convertirse en un foco de vandalismo y marginalidad y dar una solución optimista y de futuro". "Prefiero que me tachen de electoralista que de vaga y pienso seguir trabajando hasta el último minuto de la legislatura por proyectos como el derribo del Grupo B, ya que así me comprometí en su día", ha zanjado.