Almassora propone a Civicons para construir el colegio Santa Quitèria por 3,8 millones de euros
La mesa de contratación ultima la adjudicación para ejecutar obras en 2021 y 2022
La mesa de contratación del Ayuntamiento de Almassora ha propuesto esta mañana a la empresa Civicons como adjudicataria de las obras de construcción del colegio Santa Quitèria. El presupuesto de la oferta ganadora es de 3.882.163,23 euros a cargo del plan Edificant de la Conselleria de Educación. La construcción del centro permitirá a la comunidad educativa abandonar los barracones instalados en 2010.
La renuncia de una de las dos empresas candidatas ha decantado el concurso público a favor de Civicons, que será la encargada, tras la adjudicación definitiva y la firma del acta de replanteo, de edificar el bloque en la calle Derechos Humanos entre 2021 y 2022. No en vano, las obras salieron a concurso público por 4.153.914,66 euros para dividir la actuación en dos anualidades: más de 2,4 millones en el ejercicio actual y otros 1,6 millones restantes para el próximo año.
El nuevo colegio Santa Quitèria ocupará una superficie total de 5.041,70 metros cuadrados, con tres unidades de Infantil, seis de Primaria y un comedor con capacidad para 180 comensales repartidos en dos turnos. El centro educativo se alzará junto al Centro de Formación y el edificio de Servicios Sociales. El diseño previsto por la UTE Francisco Luis Miravete Martín, Francesc de Paula García Martínez, dirección y control técnico de obras y proyectos SL y Leing SL primará la luz natural con grandes cristaleras y porches para favorecer la eficiencia energética y el uso de zonas comunes.
Con un concepto valorado en 255.709,43 euros, el ganador del concurso de ideas venció con una apuesta por la ventilación natural, zonas deportivas al aire libre, huerto escolar y un concepto familiar adaptado a las pretensiones de la comunidad educativa. De hecho, la UTE ha incorporado modificaciones solicitadas por docentes y familias para ajustar su diseño a las necesidades trasladadas de primera mano durante la reunión mantenida entre las partes meses atrás en el Ayuntamiento.
Un complejo educativo de tonos neutros, donde el color terracota de la propia cerámica y el blanco serán los protagonistas, empezará a tomar forma en los próximos meses tras la formalización del contrato de adjudicación. En este caso, la comunidad educativa no tendrá que trasladarse a otras instalaciones mientras duren las obras puesto que el espacio que ocupan actualmente los barracones no es el de la construcción.
Nuevo entorno
Las inmediaciones del barrio de Fátima variarán su configuración actual coincidiendo con la construcción del nuevo colegio. Al reciente derribo del edificio 167 del Grupo B se sumarán la instalación de la pista ciclista BMX y la reestructuración de las calles adyacentes al nuevo centro para facilitar el acceso de peatones y ampliar las prestaciones del barrio, que incrementará el volumen de transeúntes.