La obra ‘El violinista tóxico’ del artista alicantino Víktor Ferrando se integra en la estación de Luceros del TRAM
La escultura está realizada con material ferroviario recuperado y pesa 900 kilogramos
La composición representó a España en la Bienal de Praga de 2009 y fue aclamada por los expertos
“El violinista tóxico” es una pieza de 900 kilos de peso realizada con material ferroviario recuperado como tornillos, traviesas y otros elementos, principalmente, de hierro. Se trata de una escultura cinética de más de dos metros de alto, cuyo movimiento simula que alguien toca el violín integrado en el centro de la composición.
Víktor Ferrando Catalá (Dénia. 1968) reconoce que “se trata de una obra conceptual en la que el elemento mecánico y el engranaje que acciona las cuerdas del violín simboliza la visión de futuro del hombre como vía indispensable para el progreso de la civilización”.
El artista ha utilizado exclusivamente elementos de reciclaje de la red de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana y de antiguas estaciones de tren, ente ellos varias decenas de tornillos de principios del siglo XX. “La obra tiene una fuerza especial por el material que la compone y por la energía acumulada por el hierro que durante años ha estado sometido al sol, la lluvia o el calor”, explica el artista.
La pieza “El violinista toxico” permanecerá un periodo mínimo de tres años en el recibidor de la estación de Luceros para que la contemplen todos los usuarios del TRAM. La obra representó a España en la última edición de la Bienal de Praga, en el año 2009, donde obtuvo el reconocimiento del comité de expertos organizador como una de las piezas más destacadas del certamen.
La nueva estación de Luceros de TRAM Metropolitano de Alicante se ha convertido en solo tres meses en la más transitada de toda la red de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en Alicante. Desde su puesta en marcha el 18 de junio, hasta el pasado 18 de septiembre, 263.850 usuarios han pasado por estas modernas y funcionales instalaciones subterráneas.
En este espacio la obra de Víktor Ferrando tendrá uno de los mejores escaparates para llegar a los ciudadanos, al tiempo que, al alojar esta escultura, TRAM cumple con el propósito de aprovechar sus instalaciones para dar cobijo a este tipo de manifestaciones artísticas y de convertirse en elemento dinamizador de la vida cultural de Alicante.