El MARQ amplía a los viernes y sábados del mes de agosto las visitas nocturnas al yacimiento de Lucentum
Los recorridos guiados están amenizados por un grupo de actores
El MARQ organiza durante los meses de verano visitas nocturnas guiadas y teatralizadas al yacimiento arqueológico el Tossal de Manises, en Lucentum. Las representaciones se han llevado a cabo todos los sábados de julio y, gracias a su éxito de público, en el mes de agosto se ampliarán las visitas a los todos los viernes y sábados (excepto el día 15 de agosto), a las 21:00 horas.
El MARQ invita a los visitantes a disfrutar de Lucentum, en estos paseos nocturnos, al lado de cuatro ilustres vecinos de este municipio romano: Popilio, Himilce, Flavia y Titayú. A partir de las vicisitudes que van ocurriendo a su alrededor, los espectadores descubre cómo fue esta ciudad en su momento de mayor esplendor, principios de siglo I, momento en el cual Octavio César Augusto, primer emperador de Roma, le otorga el prestigioso título de Municipio de Derecho Latino.
Las próximas representaciones nocturnas tendrán lugar el próximo sábado 26 de julio y todos los viernes y sábados de agosto (excepto el día 15), es decir, los días 1, 2, 8, 9, 16, 22, 23, 29 y 30 en agosto, a las 21.00 horas. Las entradas se pueden adquirir con antelación en la página web del museo www.marqalicante.com y en las taquillas del yacimiento arqueológico de Lucentum.
Lucentum, ciudad romana
El yacimiento del Tossal de Manises, en Lucentum es uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana y una de las pocas ciudades romanas conocidas en profundidad.
Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1961, en la actualidad conserva íntegra toda la superficie urbana (alrededor de 25.000 m2). Los orígenes del asentamiento en el cerro se remontan a finales del siglo V o inicios del siglo IV a. C. Desde finales del siglo I a. C. y todo el siglo I d. C. disfruta de un período de esplendor, inaugurado con la construcción del foro, dos espacios termales públicos, una nueva puerta de acceso al enclave, sistema de alcantarillado y al menos un templo. A finales del siglo I d. C. comienza la decadencia de la ciudad, cuyo abandono definitivo tendrá lugar en el siglo III d. C., por razones económicas internas y de dinámica regional.