Expertos en macroeconomía auguran una desaceleración “leve pero sostenida en el tiempo” para 2024 y 2025
Reunidos en la Universidad de Alicante, analizaron la situación económica: este es el balance de datos que ofrecieron
En una situación económica compleja, tanto por factores de carácter internacional como por otros estrictamente internos (conflictos bélicos, elevada inflación, costes energéticos elevados, fuertes subidas de los tipos de interés, incrementos en la presión fiscal y costes laborales, entre otros), las perspectivas macroeconómicas para 2024 y 2025 apuntan a una desaceleración económica leve, pero sostenida en el tiempo.
Ésta sería una de las conclusiones destacables del seminario ‘Retos y Desafíos en la gestión de empresas: déficit de talento y adopción de la Inteligencia Artificial (IA)’, organizado por el Club de las Buenas Decisiones de la Universidad de Alicante. Ese preocupante augurio se sustenta en el estudio realizado en colaboración entre la CEOE y Randstad Research para analizar, a través de la visión estratégica de 300 empresas, la realidad actual y las tendencias empresariales y aportar, desde la perspectiva de los recursos Humanos, soluciones a los retos planteados.
Bajo la coordinación del profesor José Luis Gascó, participaron en el seminario Daniel Lorenzo, director de Relaciones Externas de Randstad; Lourdes Gallego, directora de Zona Alicante Sur de Randstad; Salvador Sanchís, director de Personas de Ribera Salud; y Andrés Lluch, director general de Trabajo, Cooperativismo y Seguridad Laboral de la Generalitat Valenciana.
En este entorno, como explicaba Daniel Lorenzo, las empresas experimentan una serie de problemas, lo que conlleva que las políticas de recursos humanos han de adaptarse para aportar soluciones a retos como el creciente déficit de talento en el mercado laboral y, por otra parte, los asociados a la progresiva adopción de nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial.
Por el contexto económico y político actual, se mantiene el tono pesimista en relación con la situación económica para el año 2024, en el que 8 de cada 10 empresas prevén un empeoramiento económico (ligero o significativo), tanto a nivel internacional como en España. Un 16% esperan un empeoramiento muy significativo a nivel mundial, y aún más empresas, (un 35%), lo prevén para nuestro país.
Respecto a la situación sectorial, el 51% de las empresas asume una peor situación en su sector en 2024, y un 31%, en su propia empresa. El empleo se mantendrá estable en el 59% de las empresas, mientras que el 19% prevé reducciones de empleo.
COMPLEJIDAD EN ESPAÑA
Las empresas españolas anticipan una situación económica más compleja para el año 2024. Por ello, muchas de ellas están inmersas en procesos de transformación y reorganización en muchas áreas para hacer frente a los objetivos previstos en el año y adaptarse a una economía en clara desaceleración, buscando reducir costes para mejorar su productividad. En palabras de Daniel Lorenzo, “las empresas pretenden alcanzar el estatus de empresas líquidas, capaces de adaptarse a cualquier situación que plantee el entorno”.
Los principales objetivos a los que se enfrentarán las empresas españolas se centran en la productividad, la adaptación operativa a la nueva situación, la mejora del rendimiento y la innovación tecnológica. Todo ello, dentro de importantes cambios que se tendrán que encarar durante el año como la digitalización o los cambios organizativos asociados (reducir gastos o aumentar el rendimiento). De ahí que, en la compleja situación actual, el talento sea el principal desafío en materia de recursos humanos, tanto por su déficit como por su fidelización e incluso mediante la atracción y la selección de profesionales.
ESCASEZ DE TALENTO
Según recogen los resultados obtenidos, el 75% de las empresas experimenta de forma directa el problema de escasez de talento, lo que preocupa además porque el 97% de las empresas ha buscado algún perfil en los últimos 12 meses debido a problemas de rotación, y la gran mayoría ha tenido dificultades para cubrir sus vacantes, especialmente en perfiles cualificados (81%), lo que no parece que vaya a mejorar en 2024.
De ahí que las estrategias elegidas por las empresas, en el contexto actual, para afrontar el problema del déficit de talento, pasan por el refuerzo de la marca empleadora (‘employer branding’), el fomento del plan de carrera, el desarrollo de medidas de flexibilidad y un replanteamiento en los criterios clave de selección, que pueda ampliar el abanico de la búsqueda de nuevos profesionales.
La inteligencia artificial se adopta progresivamente por las empresas. Actualmente, sólo el 46% de ellas (principalmente, grandes y medianas) recurren a la IA en ámbitos como el análisis de datos, la automatización de tareas administrativas, optimización de planes de marketing, control de riesgos o los servicios de atención al cliente, con motivaciones relacionadas con las ganancias de eficiencia, las mejoras en el rendimiento y la eliminación de tareas tediosas y repetitivas, muy por delante de otras razones, con resultados que permiten avalar una implantación más amplia a corto y medio plazo.
Los datos son determinantes: solo el 2% de las empresas que utiliza la IA ha reducido la plantilla. Según las empresas encuestadas, el gran reto que se percibe es en términos competenciales y de recualificación de los trabajadores para mantener su empleabilidad.
LA PERSPECTIVA DEL EMPLEADO
Según los datos que aporta la encuesta global de “Employer banding” (atractivo de la empresa como empleadora) referida a España, las prioridades para atraer y fidelizar a los empleados son salario, conciliación, ambiente de trabajo agradable, seguridad laboral y oportunidades de desarrollo profesional y personal.
Pero se ha detectado que este orden está cambiando, perdiendo el salario la fuerza como primer argumento de incorporación a la empresa a favor de la conciliación o la carrera profesional.
En el acto de clausura del seminario Andrés Lluch puso el énfasis en la cooperación público-privada para abordar todos los temas de adaptación del mercado laboral a la compleja situación actual, teniendo en cuenta que ésta ya no es una situación extraordinaria. El cambio es y será el contexto normal en que nos encontraremos en adelante.