La empresa familiar alicantina explora cómo mitigar el riesgo reputacional a través de la planificación y profesionalización
AEFA, en colaboración con Cuatrecasas y Llorente y Cuenca, han organizado esta mañana una jornada sobre cómo proteger a la empresa familiar frente a una crisis reputacional
La planificación dentro de la empresa familiar y la profesionalización del departamento de comunicación son elementos clave para evitar y mitigar riesgos reputacionales dentro de la compañía, así como afrontar con éxito las crisis de reputación que puedan llegar a producirse. Así se ha puesto de manifiesto esta mañana durante el desarrollo de una jornada que ha organizado la Asociación de la Empresa Familiar de la provincia de Alicante, en colaboración con Cuatrecasas y Llorente y Cuenca (LLYC).
La presidenta de AEFA, Maite Antón, ha iniciado sus palabras de bienvenida recordando que “la reputación en la empresa familiar puede afectar a tres esferas: la externa, tanto a nivel comercial como social, o a nivel del ámbito de acción ya sea local, nacional o internacional; la interna, como generadores de empleo, entre el equipo y como marca para la atracción del talento; y la familia, donde cada vez es más importante generar reputación de cara a potenciar el orgullo de pertenencia y mantener la ilusión por el legado empresarial”.
El consejero de Litigación y Arbitraje de Cuatrecasas, Sergio Ruiz, ha incidido en los riesgos que entraña una crisis reputacional para una empresa, ya que “un simple mensaje, ya sea veraz o no, puede convertirse en un auténtico sunami para la empresa”. Ante esta posible situación, Ruiz ha subrayado la importancia de tener un plan, puesto que “sin un plan previo, y sin el asesoramiento correspondiente, probablemente lo que hagamos terminara saliendo mal”.
Tanto Iván Pino como Alba García, miembros de Llorente y Cuenca (LLYC), ha coincidido en señalar la profesionalización como un paso necesario a la hora de reducir los riesgos reputacionales en la empresa familiar. El socio y director senior de Reputación, Liderazgo y Sostenibilidad en Llorente y Cuenca, Ivan Pino, ha introducido el concepto de “permariesgo” para aludir a “la sensación continua de que puede explotar una crisis en cualquier lado”.
Precisamente, en cómo se puede afrontar y gestionar esa situación para que no repercuta negativamente en el negocio ha ahondado Pino. Para ello, ha explicado diversas experiencias entre los empresarios familiares asistentes con el objetivo de que supieran cómo pueden gestionar los riesgos para evitar que se conviertan en crisis, incluso para convertir esa situación de riesgo en una posible oportunidad.
Iván Pino ha apuntado que “la empresa familiar tiene una sensibilidad genética hacia la reputación, lo cual es muy buen punto de partida”. Para aprovechar esa especial sensibilidad, el socio de Llorente y Cuenca (LLYC) ha destacado la necesidad de contar en la empresa con “sistemas de escucha, diagnóstico, preparación, prevención y de gestión para todo lo que tiene que ver con los riesgos y crisis reputacionales”.
Por su parte, la directora senior de Crisis, Riesgos y Litigios de Llorente y Cuenca (LLYC), Alba García, ha hablado de cómo los riesgos reputacionales pueden afectar a la empresa familiar, haciendo hincapié en cuáles son las dimensiones que suelen estar más afectadas dentro de la reputación. García ha remarcado la importancia de establecer claves, sobre todo en la parte de anticipación y prevención, que permitan “integrar la variable de reputación en la toma de decisiones para que la empresa mitigue e incluso invierta el signo de ese riesgo”.
La experta ha puesto el foco de atención en las dimensiones de reputación que más suelen afectar a las empresas familiares. En este sentido, ha explicado que las áreas más sensibles y que revisten mayor impacto reputacional son la integridad, la contribución y la transparencia. A la hora de profesionalizar la función de comunicación, García ha reseñado que “el departamento no debe ser estanco, tiene que ser algo que permee en todas las dimensiones de la empresa” y que esté presente en la toma de decisiones.
El final de la sesión ha estado dirigido por el responsable de Levante Cuatrecasas, Francisco Picó, quien ha añadido como cierre que “la protección del legado familiar pasa también por tomar consciencia de lo que supone la reputación, identificando de manera adecuada a los grupos de interés estratégicos y anticipando e incorporando soluciones dentro de la línea de continua profesionalización e importante avance que está haciendo la empresa familiar”.