Emotivo acto de entrega del Premio Maisonnave a Ana Carratalá, directora del Centro San Rafael de Alicante
Carratalá afirma que “Afrontar el dolor, la desventaja y la marginación es duro, pero es mucho más satisfactorio que darle la espalda”
La Sede Universitaria Ciudad de Alicante (San Fernando, 40) fue ayer el escenario del acto de entrega del XXIII Premio Maisonnave de la UA a Ana Carratalá, directora del Centro San Rafael de Alicante, de la Fundación San Francisco de Borja para personas con discapacidad intelectual. El emotivo encuentro reunió a representantes académicos e institucionales de la provincia, a compañeros, amigos y familiares de la homenajeada, además de una amplia representación de usuarios y cuidadores del centro, que quisieron acompañar, arropar y regalarle un cálido aplauso a su directora. La Universidad de Alicante le hizo entrega de este galardón por “haber puesto su formación médica al servicio de la discapacidad a lo largo de 40 años”.
El acto dio comienzo con la proyección de un video homenaje de la premiada, realizado por el Taller de Imagen de la Fundación General de la UA, y contó con las intervenciones del rector en funciones, Juan Mora, la vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria, Catalina Iliescu, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la secretaria general de la UA, Esther Algarra, y la profesora María Asunción Martínez Román, que realizó la laudatio de la premiada.
Martínez Román desgranó en su intervención las muchas virtudes y logros de Ana Carratalá, de la que destacó su defensa de los derechos de las personas con discapacidad, tanto legal como socialmente, desde su formación científica como médica y como experta en ética aplicada. “Ana ha conseguido abrir oportunidades para muchas personas y sus familias”, unos logros “inimaginables” cuando asumió la dirección del centro en 1985, subrayó Martínez Román.
Tras la laudatio, el rector en funciones Juan Mora, hizo entrega del galardón a una emocionada Ana Carratalá. La homenajeada agradeció a la UA el premio recibido, por el que reconoció mostrarse “aún perpleja” y quiso recordar a otras muchas personas que también merecían este galardón, “personas que trabajan desde el anonimato para evitar o paliar las dinámicas que expulsan a muchos seres humanos a los márgenes de su sociedad, por su origen, creencias, recursos, capacidades diferentes, por enfermedad o por otras condiciones ajenas a su voluntad”. Por eso subrayó “la importancia de que, desde el ámbito universitario, se quiera poner el foco en el trabajo orientado a estas personas y colectivos excluidos”. Carratalá dedicó el premio “a todas esas personas que, desde el reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos, trabajan cada día con el firme compromiso de revertir los efectos de la exclusión y de generar dinámicas y estructuras sociales en las que todas las personas puedan desarrollar su proyecto de vida buena, construyendo un mundo mejor”. En su intervención, Ana Carratalá quiso señalar que “todos somos constitutivamente frágiles y vulnerables, y también dependientes (dependencias que pueden acompañarnos durante toda la vida o en una parte de ella) pero también somos solidarios, aunque no podemos entender esa solidaridad desde la pretendida superioridad del que da sobre el que recibe, sino que solo se puede concebir desde las dinámicas de interdependencia, en una relación en la que todos dan y reciben, porque también somos constitutivamente capaces”. Para finalizar, Carratalá afirmó que “afrontar el dolor, la desventaja y la marginación es duro pero, sin duda, es mucho más satisfactorio que darle la espalda. Desde San Rafael apostamos por los sueños, no como deseos efímeros, sino como anhelos que generan cambios profundos, personales, organizativos y sociales. Apostamos por el compromiso”.
El alcalde Luis Barcala dedicó unas palabras a la premiada asegurando que “la discreción no puede tapar los méritos de personas como Ana. Hay que reconocer su liderazgo y capacidad, por descubrirnos que no hay límites ni barreras para nadie y que no debe haberlos”. Por su parte, Juan Mora recordó que el Premio Maisonnave de la UA lleva el nombre del primer alcalde de Alicante elegido democráticamente y se otorga anualmente a una persona o entidad que se haya distinguido por la defensa de la educación, la cultura o los valores cívicos en la ciudad de Alicante y agradeció el fuerte vínculo de la premiada y del Centro San Rafael con la Universidad de Alicante.
Ana Carratalá
Licenciada en Medicina por la Universidad de Alicante (1979-1985), posee un Máster en consultoría y gestión de procesos de desarrollo organizativo y un título de Experto en gestión de procesos organizativos por la Universidad de Valladolid (2003-2005). Asimismo, posee amplia formación en gestión y dirección de servicios sociales, algo que evidencian sus 40 años al frente del Centro San Rafael de Alicante, pero también su presidencia del Comité Estatal de Ética de FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual, hoy PLENA INCLUSIÓN) al que pertenece desde su constitución en noviembre de 2005. Autora de diversas publicaciones en materia de discapacidad intelectual y procesos centrados en la persona, así como sobre ética y discapacidad, cuenta con una intensa actividad formadora en este campo. Desde 2002 es también consultora en aspectos relacionados con los procesos de planificación centrada en la persona. Entre otras condecoraciones, Ana Carratalá ha recibido en 2019 el VI Premio “Profeta en su tierra” de la Asociación Controversia, por su dilatada trayectoria en pro de las personas con discapacidad y por su labor al frente del Centro San Rafael de la Fundación San Francisco de Borja. Recientemente se le ha notificado la concesión del Premio INICO 2025 a la Trayectoria profesional.
