Una arriesgada apuesta visual y un estruendoso terremoto final protagonizan la mascletá de Hermanos Sirvent
Los espectadores han saludado la vuelta del pirotécnico al perímetro de la Plaza de los Luceros con un unísono: “¡Esto sí es una mascletà!”
El alcalde ha enfatizado sobre la “arriesgada” apuesta visual con los humos de los colores de la bandera de España. “Es un detalle novedoso que no ha pasado desapercibido por los espectadores que han abarrotado la plaza de los Luceros”, ha explicado el primer edil antes de destaca el “estruendoso” terremoto final. El primer edil ha destacado también que “iniciativas de este tipo son las que hacen que el concurso de mascletàs vaya ganando en intensidad según discurren los días y pensemos con qué nos sorprenderán los pirotécnicos”. Los espectadores han saludado la vuelta del pirotécnico al perímetro de la Plaza de los Luceros con un unísono: “¡Esto sí es una mascletà!”.
La vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, ha señalado que "hemos podido disfrutar de una mascletà vibrante e innovadora en el aspecto visual con los colores de la bandera española". Sánchez ha valorado positivamente que "los pirotécnicos arriesguen dentro de la esencia de lo que es la mascletà para quedar en primera posición en el concurso".
Tres principios clásicos a base de sirenas, silbatos y roncadoras han abierto la mascletà, que ha proseguido con una fase digital combinada con ráfagas de truenos aéreos y terrestres. A base de silbatos, roncadoras, serpentinas y trueno digital terrestre se ha desarrollado la rítmica fase digital. Ésta ha dado entrada al cuerpo de la mascletà, constituida por cinco retenciones, acompañadas con silbatos y volcanes de colores.
El terremoto se ha disparado a dos alturas y en cuatro fases, para llegar a un final aéreo bifásico, y al golpe final distribuido en dos fases de roncadoras y un disparo digital-terrestre en secuencia. La masa disparada ha alcanzado los 80,485 kilos. Ha llamado la atención la capacidad del pirotécnico para saber dosificar la masa explosiva para llegar de manera brillante al estruendoso y brillante terremoto final.
El responsable de la pirotecnia ha explicado que el efecto de humos con los colores de la enseña nacional lo tenía previsto para la mascletà previa que disparó en la Gran Vía. Sin embargo, para que tuviera mayor repercusión el efecto lo pospuso para el disparo de este lunes 20 de junio.