Alerta en las montañas valencianas: se confirma un aumento de la procesionaria y se pide máxima precaución en sendas, pistas y caminos
También se denuncia una mayor presencia en áreas urbanas
Tal y como avanzó elperiodic.com el pasado viernes, las calles de muchos municipios valencianos están notando un claro aumento de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), especialmente en parques y zonas ajardinadas. Y no solo eso, sino que además cruzan calles y aceras hasta llegar a los árboles, por lo que llama la atención aún más del vecindario.
Pero no solo afecta a áreas urbanas, donde más incidencia tiene es, evidentemente, en los montes valencianos. Y es que la Conselleria de Medio Ambiente ha confirmado a este medio un incremento notable en la presencia de la procesionaria en diversas áreas de la Comunitat Valenciana durante este año. Este fenómeno afecta especialmente a los municipios del interior de Castellón, incluyendo zonas como la Sierra de Espina, la Sierra Calderona, la Sierra de Espadán y el Desierto de las Palmas, entre otras sierras valencianas.
Ciclo de la procesionaria y su impacto en el arbolado
La procesionaria del pino es una especie autóctona de los pinares mediterráneos y su presencia es cíclica, registrando picos en determinados años. Las orugas se alimentan de las acículas de los pinos, causando defoliaciones que, aunque debilitan temporalmente a los árboles, generalmente permiten su recuperación posterior. Según la Generalitat Valenciana, la procesionaria es actualmente el defoliador más importante de los pinares valencianos, estando presente en prácticamente todas las comarcas de las tres provincias Fuente.
Riesgos para senderistas y mascotas
Durante los meses de febrero a abril, las orugas descienden de los árboles en formación de "procesión" para enterrarse y completar su metamorfosis. En esta fase, es común encontrarlas en sendas y caminos forestales, lo que representa un riesgo significativo para quienes practican actividades al aire libre, especialmente senderismo y carreras de montaña.
Los pelos urticantes de la procesionaria pueden causar reacciones adversas en humanos y animales:
En humanos: Irritaciones cutáneas, problemas respiratorios y reacciones alérgicas. Los niños son particularmente vulnerables debido a su piel más sensible y su curiosidad natural.
En mascotas: Los perros y gatos pueden sufrir inflamaciones severas, necrosis en la lengua y, en casos extremos, la muerte si ingieren o entran en contacto con las orugas. Los síntomas incluyen salivación excesiva, inflamación de la boca y dificultad para respirar Fuente.
Recomendaciones para actividades al aire libre
Para minimizar los riesgos asociados a la procesionaria durante actividades en entornos naturales, se aconseja:
Evitar zonas infestadas: Antes de planificar una ruta, informarse sobre la presencia de procesionaria en la zona.
Mantener a las mascotas controladas: Llevar a los perros con correa y evitar que se acerquen a las orugas o sus nidos.
Vigilar a los niños: Educar a los más pequeños sobre los peligros de tocar estas orugas y supervisar sus actividades en áreas potencialmente afectadas.
Ropa adecuada: Usar prendas que cubran la mayor parte del cuerpo para reducir el riesgo de contacto con los pelos urticantes.
Atención inmediata: En caso de contacto, lavar la zona afectada con agua y jabón y acudir a un profesional de la salud o veterinario lo antes posible.