La cara oculta del desastre de la DANA en la educación: las ‘escoletes’ se ahogan tras la tragedia
Sin ingresos y con sus alumnos sin poder trasladarse a otros pueblos, una escuela infantil de Aldaia lucha a contrarreloj para devolver la normalidad a sus 58 pequeños entre la devastación
El sistema educativo ha sido uno de los grandes afectados por la DANA, que arrasó con numerosos colegios de la zona afectada. Como medida provisional, el alumnado ha sido realojado progresivamente en diferentes colegios públicos, no obstante, a las escuelas infantiles, que en su gran mayoría son privadas, les está costando más ver la luz y recuperar la vida en sus aulas.
Este es el caso de la escuela infantil Angelets de Aldaia, donde el agua alcanzó los 1,50 metros de altura, arrasando con todo lo que se encontró a su paso. Aunque las siete trabajadoras del centro trabajan contrarreloj para que los 65 niños puedan recuperar su rutina, la lentitud de las ayudas y la excesiva burocracia de algunos procesos, no se lo están poniendo fácil.
En su caso, explican, el realojo del alumnado está siendo complejo, puesto que las escuelas infantiles que les han ofrecido plazas, se encuentran en otras localidades y “a los familiares les resulta imposible llevarles por el problema de movilidad que tienen, ya que perdieron sus vehículos en la inundación”, explica Nerea, una de las trabajadoras de Angelets.
Actualmente solo 2 de los 65 alumnos han podido ser reubicados en otras escuelas. Ante esta problemática, la directora de la escuela se puso en contacto con el Ayuntamiento de Aldaia para solicitar algún espacio público donde poder retomar su actividad de manera temporal, pero no se lo cedieron “porque no tenían nada para darnos”. “Nos sentimos desamparadas”, expresan desde esta ‘escoleta’ que sufre las consecuencias de la riada a pocos días de cumplirse un mes de la tragedia.
Afortunadamente, este mismo viernes han recibido una buena noticia: Conselleria les ha anunciado que seguirá tramitando las ayudas del bono infantil que durante unos días han dejado de recibir como consecuencia de la inactividad del centro. Se trata de la subvención mensual pública de la Generalitat el cheque público que cubría la escolarización de las familias, con lo que para resurgir del fango volverán a contar con estos ingresos, además de la ayuda inestimable que han tenido en este largo mes por voluntarios y empresas privadas.
Sin embargo, a pesar de las piedras del camino y los contratiempos, las trabajadoras del centro no pierden la esperanza y esperan volver a la normalidad “lo más pronto posible”, con el principal objetivo de devolver la rutina a los niños que llenan de vida la escuela, al tiempo que piden la implicación de las administraciones para que sus negocios no tengan que echar el cierre ante estas circunstancias que les obligan a empezar de cero.