“La agricultura ecológica está en el mejor momento de su historia, haciéndose un hueco importante en las preferencias de los consumidores”
Entrevistamos a José Antonio Rico, candidato de la Unió de Llauradors al Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana
Siguiendo con las entrevistas para conocer a los candidatos a la presidencia del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana, cuyas elecciones tendrán lugar el próximo 9 de noviembre, en elperiodic.com hemos charlado con José Antonio Rico, candidato de la Unió de Llauradors y actual presidente en funciones del CAECV.
¿Cuál es su trayectoria dentro del sector de la agricultura ecológica?
Soy productor de uva de mesa ecológica en la comarca del Vinalopó Mitjà 1995 y gestiono junto a mi mujer una empresa familiar de manipulación, envasado y comercialización de uva de mesa de mi producción y la de otros compañeros.
Desde 2015 soy el presidente (en estos momentos en funciones) del Comité de Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana (CAECV), aunque ya estuve presidiendo la entidad entre 2005 y 2010. Desde hace algo más de veinte años, además de presidente, he ocupado el puesto de vocal en el Pleno del Órgano de Gobierno en todas las legislaturas.
¿En qué punto se encuentra la agricultura ecológica en la Comunitat?
Sin duda, en el mejor de su historia. En estos últimos años y a pesar de la situación agraria que a nivel general esta en un momento complicado, la producción ecológica se está haciendo un hueco importante dentro de las preferencias de los consumidores, que junto con los productores son los verdaderos protagonistas.
Se trata de un sector que no ha parado de crecer en los últimos años y que al cierre de 2020, últimos datos oficiales que tiene contabilizados el CAECV, contamos con 3.544 operadores certificados y casi 147.000 hectáreas. Si hacemos referencia a nuestro peso con respecto a otras comunidades autónomas, ocupamos la cuarta posición nacional en cuanto a número de operadores y superficie certificada, ascendemos a la segunda posición si hacemos referencia al número de actividades industriales relacionadas con la producción vegetal y acuicultura ecológica, y nos situamos en primera posición nacional en número de actividades dedicadas a la elaboración de productos alimenticios de origen vegetal.
En definitiva, el sector ecológico de la Comunitat Valenciana se sitúa en las primeras posiciones en el ranking nacional entre los principales indicadores y en los últimos años lideramos los crecimientos interanuales.
¿Cuáles son los pilares principales en los que se basa su candidatura?
Desde La Unió de Llauradors tenemos claro que el modelo de certificación debe de ser público y de máxima calidad y por supuesto a un precio justo, por ello hemos invertido mucho esfuerzo y recursos para ser muy competitivos y disponer de un reconocimiento social e internacional a nuestros productos que nos está permitiendo colocar nuestros productos en los mercados más exigentes. Además, esta fuerte inversión la hemos realizado a coste cero para el operador, ya que hemos contado con ayudas por parte de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Las cuotas para los agricultores han estado congeladas en la última legislatura, mientras que las empresas han tenido una nueva factura basada en el coste real para el CAECV y la generación de tramos de facturación que permiten que las pequeñas empresas paguen un poco menos y las mayores un poco más.
Esta decisión se aprobó por unanimidad de todos los miembros del Pleno del Órgano de Gobierno de la entidad y no ha supuesto conflicto alguno entre los operadores. En estos momentos, las cuotas no son ningún problema teniendo en cuenta el servicio adicional que ofrece el CAECV a sus operadores, y me atrevería a decir que, en estos momentos, sea posiblemente la cuota más competitiva de España.
Cabe añadir que la Conselleria subvenciona en un 70% la cuota a los operadores que cumplen con los requisitos y que el CAECV está autorizado para su gestión a las personas físicas que lo requieran a coste cero. No obstante, las cuotas deben estar siempre en permanente estudio para mantener las máximas prestaciones.
A pesar de lo buenos datos que ofrece la Comunitat Valenciana en casi todos los indicadores es posible que en algún sector tengamos que hacer algún esfuerzo o discriminación en positivo para que no se queden atrás. En apicultura, por ejemplo, en 2015 teníamos dos explotaciones y en 2021 son siete. La evolución es clara, pero para nuestra Comunitat es insuficiente.
También queremos mejorar la accesibilidad de información para nuestros operadores a través de nuestros canales de comunicación implantando en nuestra página web, por ejemplo, un sistema de consultas de materias activas autorizadas en agricultura ecológica o la reactivación del buzón del operador donde se puedan recoger propuestas de mejora y consultas de los operadores para su resolución.
¿Por qué es tan importante que los productores y agricultores estén amparados bajo un paraguas como el de esta entidad?
El modelo de certificación español es único en Europa pero, sin embargo, está muy bien aceptado y existimos gracias a que las diferentes administraciones autonómicas que hemos tenido en nuestra Comunitat así lo han querido.
Entiendo que hemos demostrado que, con el paso de los años, este modelo bien gestionado es la mejor formula para que los consumidores confíen en nosotros y en nuestros productos. El CAECV tiene como función el control y certificación de la alimentación ecológica como tarea exclusiva pero también tiene la de promoción, investigación y defensa del producto ecológico, y todo ello con la máxima seguridad. Por ello, disponemos de recursos humanos para desarrollar estas tareas optimizando los recursos y buscando todas las ayudas posibles.
El CAECV no hace políticas, ni gestiona ayudas europeas ni condiciona ninguna normativa del Reglamento Europeo. El verdadero valor del CAECV es que el operador tenga una certificación de máxima calidad, que le permita posicionarse en los mercados más exigentes o tener acceso a otras certificaciones adicionales para mercados más exclusivos.
Esta forma de pensar y trabajar nos permite llegar a acuerdos con otras entidades internacionales que nos homologan, acreditan y delegan las funciones de inspección permitiendo una clara optimización y ahorro en los servicios.