Agricultores valencianos denuncian un aumento de las plagas en los cítricos procedentes de Sudáfrica y la inacción de la UE
La UNIÓ denuncia un aumento de un 64% de los casos durante el 2019
Durante el 2019 los puertos de la Unión Europea interceptaron un total de 164 envíos procedentes de terceros países con cítricos infestados de plagas y enfermedades, lo que representa un 64% más que en todo el año anterior. Así lo denuncian desde la UNIÓ de Llauradors desde donde señalan que Sudáfrica y China son los países exportadores donde más se da esta situación.
La mayor parte de las importaciones retenidas con plagas y enfermedades corresponden a la Phyllosticta citricarpa (45), el hongo que causa la temida Mancha Negra, y a la Thaumatotibia leucotreta (28), la falsa polilla que provoca graves daños comerciales a los cítricos. Ambas son plagas y enfermedades de cuarentena con un grave riesgo que siguen sin estar presentes en la citricultura europea y cuya amenaza es cada vez más grande.
En este sentido, desde la organización instan a las autoridades comunitarias a que “se tomen muy en serio” todo lo relacionado con la vigilancia fitosanitaria y se planteen de una vez por todas implantar el tratamiento en frío y el control en origen para las importaciones de cítricos porque el riesgo está cada vez más latente. Y es que, en unas recientes analíticas efectuadas por LA UNIÓ, se descubrió que la mayor parte de las sustancias activas detectadas que emplean los citricultores de terceros países y cuyo uso está prohibido para los europeos corresponden a fungicidas para conservar la fruta y que en muchos casos son alternativas al tratamiento en frío que es más inocuo.
“Creemos que es un claro fraude y engaño para el consumidor europeo y que se evitaría utilizando así el tratamiento en frío”, señala Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, al tiempo que recuerda que “a nuestros cítricos por ejemplo Estados Unidos, Japón o China les exigen unas condiciones para exportarlos allí; mientras que aquí cualquier país que desee exportar a la UE pretende imponer sus reglas y eso no se puede consentir”.
Con todo ello, desde la UNIÓ vuelven a reivindicar la reciprocidad en el uso de productos fitosanitarios para unificar criterios en unas producciones y otras, algo que consideran no se està cumpliendo en estos momentos.