Adiós a la tasa turística en la Comunitat a partir de 2024: "Nosotros quitamos barreras mientras que otros las ponen"
La Generalitat justifica esta medida para tratar de evitar los perjuicios que supondría la entrada en vigor de la norma, soslayando posibles efectos jurídicos indeseados
El Consell ha aprobado el Decreto ley de Derogación de la Ley 7/2022, de 16 de diciembre, de la Generalitat, de medidas fiscales para impulsar el turismo sostenible, que creó el impuesto valenciano sobre estancias turísticas, con anterioridad a su entrada en vigor.
“La Comunitat Valenciana será turística o no será, porque para ser sostenible y social necesita ser turística”, ha dicho el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en una rueda de prensa junto al sector turístico para hacer oficial el anuncio. En este sentido, ha hecho referencia al clima político a nivel nacional para comparar “las barreras que otros están poniendo en España”, con las barreras “que hoy quitamos en la Comunitat Valenciana”.
La Generalitat justifica esta medida para tratar de evitar los perjuicios que supondría la entrada en vigor de la norma, soslayando posibles efectos jurídicos indeseados. De este modo, adopta de forma inmediata esta medida para evitar el enorme impacto económico y social provocado por la situación geopolítica.
En este sentido, cabe recordar que el sector turístico tiene que hacer frente a desafíos adicionales derivados de la incertidumbre económica ocasionada por factores como la inflación, el aumento de los costos de las materias primas y el conflicto en Ucrania, que afectan a la capacidad de gasto de los viajeros y viajeras y aumentan los gastos de los establecimientos turísticos.
El aumento de los costes, que incluye energía, transporte, alimentación y salarios, impacta en los márgenes de beneficio del sector, pero además aumentar las tarifas podría reducir la demanda y la facturación.
Asimismo, el Consell defiende que la Comunitat Valenciana compite con otras regiones y destinos turísticos en España y en el extranjero, donde no se aplican impuestos o tasas similares, por lo que considera que no derogar la denominada ‘tasa turística’ podría hacer que la Comunitat Valenciana sea menos competitiva comparativamente.
Otros argumentos adicionales que han motivado este Decreto ley de Derogación de la Ley 7/2022, serían la complejidad administrativa de su implementación, por la infraestructura administrativa y la carga operativa adicional de los establecimientos turísticos.
Por ello, el Consell considera que derogar el impuesto elimina el negativo impacto en la imagen turística de la Comunitat Valenciana, que supondría su efectiva implementación.
Con respecto a la tramitación como decreto ley, queda justificada cuando es necesaria una norma en los casos de coyunturas económicas problemáticas que exigen una rápida respuesta.
A esto se une el hecho de que la dilación en el tiempo de la adopción de la medida podría generar algún perjuicio, como sucede en el presente supuesto, por la complejidad jurídico-administrativa de su entrada en vigor.
Este decreto ley deberá someterse al debate y votación de totalidad en Les Corts sobre su convalidación o derogación, dentro del plazo de los treinta días siguientes a su promulgación, tal y como establecen los artículos 44.4 del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, 18.d) y 58 de la Ley 5/1983, de 30 de diciembre, del Consell, y el artículo 141 del Reglamento de Les Corts.
La oposición habla de “teatro” con la derogación
El portavoz adjunto del PSPV-PSOE en Les Corts, Arcadi España, ha reclamado a Mazón y al PP que "deje de hacer teatros" e ironiza: "Han derogado una tasa que no existe y que nadie aplica en la Comunitat Valenciana”.
España, ha señalado que “los socialistas queremos un sector turístico fuerte, competitivo y sostenible” y apunta que “eso se consigue con medidas serias, no haciendo que el coste lo paguen de forma íntegra los 5 millones de valencianos”.
En este sentido, el socialista ha destacado que “los turistas son una fuente de riqueza para la economía valenciana que consumen nuestros servicios públicos, para los cuales hacen falta recursos para financiarlos”: “La hoja de ruta no puede ser la de Benidorm que sube la tasa de basura un 70% y el IBI un 23% a sus vecinos. Un bar de ese municipio pasará de pagar 800 a 1.400 euros de basura”.