Xixona finaliza seis obras para gastar menos luz y ser más sostenible
La instalación de placas solares, la sustitución del alumbrado por otro de tipo LED o la puesta en marcha de un nuevo punto de recarga para vehículos eléctricos son algunas de las actuaciones que se han llevado a cabo
El Ayuntamiento de Xixona ha dado por finalizadas una batería de obras que tienen como objetivo reducir la factura energética del municipio. Se trata de un total de seis actuaciones que han supuesto un coste aproximado de 59.000 euros y que han sido financiadas y ejecutadas por la Diputación de Alicante, dentro del Plan Provincial de Ahorro Energético 2019.
Una de esas actuaciones es la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos en la calle Josep Maria Samper, delante del colegio Cristòfol Colom. Esta estación ya se puede utilizar y se suma a las ya existentes en la avenida de la Constitució y en la avenida de Joan Fuster.
Precisamente en el Cristòfol Colom se han llevado a cabo dos obras. En una de las cubiertas se han colocado 24 paneles solares que permitirán el autoconsumo eléctrico de este centro escolar, que es el más grande del municipio. También se ha equipado el colegio con un equipo de compensación de energía reactiva, que permite ahorrar en el consumo eléctrico.
Las restantes actuaciones se basan en sustituir parte del alumbrado público por bombillas de tecnología LED, que permiten una mayor eficiencia energética. Es lo que se ha hecho en las pistas del polideportivo municipal, en la calle Alcoi y en el aparcamiento del Barranc de la Font.
La concejal de Obras Públicas e Infraestructuras, María Teresa Carbonell, cree que Xixona debe ser “un pueblo ejemplar en materia de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente y el planeta, por eso estamos plenamente comprometidos con los objetivos del Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía”. Esta iniciativa fue impulsada por la Comisión Europea en 2015 para favorecer el desarrollo de políticas y medidas orientadas a garantizar la sostenibilidad y la eficiencia en el consumo de energía a nivel local.
Entre otros compromisos, las localidades firmantes del pacto deben apoyar el objetivo europeo de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% de cara al año 2030.