El turismo activo aumenta los rescates en la bahía de Xàbia
El servicio de vigilancia y socorrismo de playas en Xàbia, prestado por la Cruz Roja, ha hecho balance de la temporada de verano que acaba de terminar y en la que no se ha tenido que lamentar ninguna víctima mortal en el litoral javiense. Un buen resultado a pesar de la gran afluencia de bañistas registrada en las playas de Xàbia y de los nuevos retos ligados al “turismo activo” que ha de afrontar el equipo coordinado por Javier Server, que mantiene las playas seguras gracias al esfuerzo en prevención, con más de 5.000 patrullas terrestres, la balización diaria con banderines de las zonas con corrientes y 3.200 acciones preventivas.
En datos generales, han sido 4.743 asistencias sanitarias las atendidas en los puestos sanitarios de las playas, de las que la gran mayoría son curas por pequeñas incidencias o picaduras de medusa en un año en el que las playas de Xàbia no han sufrido la presencia masiva de estos urticantes, sino que su acción ha estado dentro de los parámetros habituales. El número de traslados sanitarios al Centro de Salud con las ambulancias ha sido de 76, lo que abarca además de la actividad en la playa también a los incidentes en el paseo o la zona de ocio de la playa. También se ha hecho una gran labor en materia social con la atención del puesto de baño adaptado que han utilizado 403 personas.
Entre las mejoras aplicadas esta temporada con buen resultado, la medicalización del puesto de la playa del Portitxol. Después de que el verano de 2014 falleciera una persona por un paro cardiaco y debido a que es uno de los puntos más lejanos de la costa, Cruz Roja decidió dotar el puesto con un desfibrilador y un mínimo de instrumental médico para poder actuar en caso de emergencia.
También ha logrado una doble ventaja con el cambio de ubicación de la silla de proximidad del Arenal, que se ha reubicado a la punta sur de la playa con lo que da una mejor visibilidad de toda la zona de baño y al mismo tiempo evita que este punto, sobre un pequeño acantilado, sea base de los saltos al mar de jóvenes con riesgo a accidentarse. Son decisiones tomadas desde la experiencia de un equipo de socorristas con una media de entre 5 y 8 años de experiencia, lo que facilita mucho la coordinación y rápida respuesta ante cualquier emergencia, señala su coordinador Javier Server.
Este año, muchos de los esfuerzos se han centrado en los rescates en el mar, que han aumentado considerablemente. Según los datos facilitados por Cruz Roja se ha participado en 55 operativos y rescatado a 72 personas cuando el año pasado la cifra se quedó en 39. En todos los casos se trata de operaciones complejas, en las que hay que inmovilizar al herido en el agua.
También se ha asistido a 19 embarcaciones en apuros y muchos de los rescates han sido en calas o acantilados que quedan fuera de la zona de vigilancia y prevención.
Esto es un indicativo de que el turismo que recibe la villa es cada vez más activo y que no se conforma con tomar el baño sino que opta cada vez más por los deportes náuticos o por modalidades deportivas como la escalada psicobloc o el buceo.
También a que en este verano, han sido varios los fines de semana (que es cuando más saturadas están las playas y calas) en los que se ha registrado mala mar.
La concejala de Playas, Doris Courcelles, ha querido felicitar al equipo de vigilancia de Cruz Roja por el gran servicio prestado y por haber logrado un verano sin víctimas.