El Ayuntamiento constituye el Consell Agrari para debatir las demandas y preocupaciones del sector
El Ayuntamiento de Xàbia convocó ayer jueves la sesión constitutiva del nuevo Consell Agrari, que preside el concejal de agricultura, Juan Luis Cardona. En esta primera junta se acordó el régimen de sesiones, que tendrá carácter mensual, y tomaron posesión del cargo los nuevos consejeros en representación de los partidos de la Corporación; José Bolufer (PSOE), José Javier Mata (Xàbia Democrática, José Antonio Prada (CDJ), Joaquín Ribes (PP), Felip Buigues (Bloc Centristes y Juan Planelles (Nueva Jávea). En el Consell Agrari también están representados los regantes por José Gilabert, Vicente Tur y Josep Sapena; la Unió de Llauradors por Francisco Cervera y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), por Agustín Esteve, Juan Antonio Miñana y Bartolomé Chorro, mientras que Oscar Dutto personaliza la agricultura ecológica.
Aunque en el orden del día no estaba previsto abordar más asuntos, los colectivos relacionados con la agricultura tenían muchos asuntos pendientes de analizar, puesto que este órgano consultivo llevaba varios meses sin reunirse en Xàbia.
Por ello, como ha indicado el concejal Juan Luis Cardona, fuera de acta se pusieron sobre la mesa algunas de las necesidades más apremiantes, como la de que se limpien las parcelas abandonadas en el Pla para evitar la presencia de jabalís, conejos y otros roedores que arruinan los cultivos. En este sentido, los agricultores pidieron al Ayuntamiento que inicie de oficio los expedientes para reclamar a los propietarios que desbrocen sus tierras. También se reiteró la demanda de poder utilizar las aguas depuradas para el riego, para lo que sería necesario crear la infraestructura terciaria y completar el ciclo integral del agua.
Otras de las demandas avanzadas por el Consell Agrari ha sido la creación de un censo de agricultores, la posibilidad de que el Consistorio exima del pago del IBI rústico a aquellos que trabajen sus tierras, lo que favorecería que no estén los campos abandonados, y la programación de un curso de agricultura ecológica que podría ir aparejado a la creación de un banco de terrenos para poder cultivar productos ecológicos locales para consumo propio y venta.
