Voro García convierte en música sinfónica la obra de Miguel Hernández en un disco de la Jove Orquestra
El trabajo del compositor residente de la JOGV entre 2009 y 2010 rinde homenaje al autor oriolano
El CD cuenta con la participación del barítono José Antonio López y del viola Josep Puchades
La directora del Institut Valencià de la Música (IVM), Inmaculada Tomás, ha destacado la “gran calidad” del disco con obras de Voro García inspiradas en diversos poemas de Miguel Hernández y grabadas por la Jove Orquestra de la Generalitat (JOGV) con la participación del barítono José Antonio López y el viola Josep Puchades.
En la presentación han intervenido también el compositor, el director de la JOGV, Manuel Galduf, el referido barítono y el presidente de la Fundación Miguel Hernández, Aitor Larrabide.
“Este CD forma parte de nuestra apuesta por la creación musical, sobre todo por los jóvenes autores valencianos, en una línea que iniciamos en 2000 cuando creamos la figura del compositor residente de la JOGV”, ha señalado Tomás.
En esta ocasión se trata de “un encargo motivado por la celebración del centenario del fallecimiento del poeta en el que se ha contado además con solistas importantes nacidos o residentes en la Comunidad Valenciana como es el caso de López y Puchades”.
Tanto Tomás como Galduf han hecho hincapié en la gran capacidad de Voro García para “interiorizar la poesía, una cualidad poco común en los compositores”, así como en el “magnífico instrumento que supone la Jove Orquestra de la Generalitat, no sólo como escuela de instrumentistas, sino también de directores y compositores”.
Ambos han recordado el ingente trabajo que la JOGV ha llevado a cabo en la grabación de autores actuales y también ya fallecidos como Manuel Palau o integrantes del Grupo de los Cinco, como Vicent Garcés.
Titulado La sombra vencida, el CD contiene tres piezas de García, compositor residente de la JOGV entre 2009 y 2010, todas ellas encargadas por el IVM. Dos fueron estrenadas durante sendos encuentros de la formación pedagógica que dirige Manuel Galduf, coincidiendo con el centenario del centenario del nacimiento del poeta, y la tercera con motivo de la celebración de los veinte años del grupo de percusión Amores.
La línea inspiradora de este trabajo deriva, entre otros aspectos, del gran interés de García por el mundo de la sombra, un concepto en el que Hernández ha sido “uno de los grandes maestros” y que conecta fuertemente con el temor del compositor cuando se enfrenta al acto creativo totalmente solo”.
En los tres casos se trata de obras “de enorme complejidad”, según Galduf, que han llevado al límite el trabajo de los instrumentistas y en las que Josep Puchades y José Antonio López se han implicado por completo, “con un resultado soberbio”.
En Hijo de la luz y de la sombra, García realizó un pequeño recorrido por los temas más emblemáticos de la poesía de Hernández, “despojando a la palabra de su sentido para crear vacíos en torno a sus grandes argumentos: la ausencia, la muerte, la esperanza, el dolor, la soledad y el desierto” y se valió de “descomposiciones fonéticas de las palabras para elaborar la materia sonora y construir un discurso sonoro a través de la desconstrucción del poeta”.
Por lo que se refiere a Sordas insignias de la sombra, “aunque el título es valentiniano –en referencia a José Ángel Valente–, para la composición me inspiré en diversos poemas de Hernández y utilicé ciertos aspectos de la tradición en la elaboración del discurso sonoro, pero al mismo tiempo quise explorar todas sus posibilidades tímbricas, sobre todo el extremo agudo por su especial dramatismo”.
En lo que respecta a El rayo que no cesa, “un trabajo de investigación sonoro sobre el mundo de la percusión”, García ha agradecido la participación de Joaquín Gómez, Salvador Ribes y Carles Salvador, solistas de la JOGV.