Más de la mitad del término municipal de Villena destaca por su alto valor paisajístico
El nuevo Estudio de Paisaje detalla las 13 unidades con las mejores calificaciones y condicionará futuras modificaciones urbanísticas
Villena da un paso firme hacia la preservación de su riqueza natural con la conclusión del Estudio de Paisaje, un análisis que disecciona su término municipal en 21 Unidades de Paisaje, evaluando su singularidad ambiental, cultural y estética. Los resultados son reveladores: 13 de estas unidades se alzan con la calificación de ‘alto’ o ‘muy alto’ valor paisajístico, consolidándose como auténticas joyas del patrimonio natural villenense. Este documento traza, además, las líneas maestras para futuras intervenciones en el territorio, apostando por un desarrollo que respete y potencie sus paisajes más emblemáticos.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Francisco Iniesta, subrayó que este estudio no se limita a destacar el valor de los paisajes más sobresalientes, sino que establece un marco claro para que las futuras actuaciones respeten el equilibrio entre progreso y sostenibilidad.
Un documento que asegura el equilibrio entre desarrollo y naturaleza
Entre las 13 unidades que lideran este ranking paisajístico se encuentran enclaves tan icónicos como la Laguna-Saleros, la Sierra de la Villa, la Sierra de Salinas, la Huerta, el Valle de Alhorines y la Encina, entre otros. Estos espacios destacan no solo por su riqueza natural, sino también por su red de senderos, caminos y elementos históricos que refuerzan su identidad y conexión con la comunidad.
Aunque el Estudio de Paisaje no establece directamente los usos que se pueden dar a estas zonas, sí condiciona proyectos como industrias, plantas fotovoltaicas u otras iniciativas, al exigir medidas correctoras que reduzcan el impacto visual, ambiental y social. “Este documento será la brújula para futuras revisiones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Villena, garantizando que el desarrollo de la ciudad esté en sintonía con la conservación de su entorno”, destacó Iniesta.
El Estudio de Paisaje, iniciado en 2015, sufrió un largo parón debido a la normativa que vinculaba su aprobación a la del PGOU. Sin embargo, un cambio legislativo en 2021 permitió su avance independiente, especialmente en un momento en el que la presión por proyectos como las plantas fotovoltaicas comenzaba a crecer. “Este estudio llega en el momento perfecto, como herramienta imprescindible para afrontar los retos territoriales actuales y futuros de Villena”, concluyó Iniesta.
