La comisión técnico-política de la Rambla Conejo plantea en su primera reunión varias posibles soluciones
La semana pasada se reunió por primera vez la comisión técnico-política que decidirá cómo se acomete la última fase de las obras de la Rambla Conejo. Este grupo, integrado por un concejal y un técnico elegido por cada partido político con representación municipal, está presidido por el alcalde y se completa con la presencia del ingeniero técnico municipal, Santiago Pérez y con Ramón Matarredona, el técnico que trabajó en el proyecto de la Rambla Conejo durante la anterior legislatura.
Esta comisión se creó tras la petición del Partido Popular en el pasado Pleno municipal de noviembre, que fue aprobada por unanimidad, y ante la confirmación de que Conselleria devolverá los 281.000 euros que el Ayuntamiento adelantó para acometer un proyecto anterior en la Rambla.
“Llevamos tiempo en la búsqueda de soluciones”, indicaba el edil de Medio Ambiente, José Tomás Molina, que recordaba que esta infraestructura se encuentra inacabada y las intensas lluvias suelen generar importantes problemas, tanto en la actual desembocadura de la Rambla -en la zona del Grec-, como a lo largo del trazado.
En la reunión del pasado miércoles se consensuaron las posibles soluciones, que pasan por acometer una balsa de tormentas que frenen la velocidad del agua, limpiar la acequia, ensanchar el cauce y cambiar los pasos de toda la Rambla. Para la balsa de tormentas se valoró utilizar una parcela que tiene el Ayuntamiento cerca de la estación de bombeo, pero al parecer es demasiado pequeña y se plantea adquirir un terreno cercano para hacer un embalse que frene la fuerza de la corriente.
Molina avanzaba que estas propuestas se evaluarán en la próxima reunión, una vez se cuente con un informe técnico que valore las posibilidades de acometerlas. El edil también informó de la posibilidad de realizar un paseo ecológico cercano al cauce de la acequia que permita a la ciudadanía “disfrutar de un entorno mejorado y adaptable”, como también propuso el técnico del proyecto inicial, Ramón Matarredona.
El coste de todas estas actuaciones se sitúa en en líneas generales en unos 500.000 euros. Cuando se reciban los 281.000 todavía será necesario buscar otras fuentes de financiación.