El Ayuntamiento inicia las obras de rehabilitación del Palacio Consistorial del siglo XVI
Las obras consisten en asegurar la estructura y mejorar la accesibilidad y su eficiencia energética
El alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, ha visitado el Palacio Consistorial donde se han iniciado las obras de rehabilitación que pretenden asegurar la estructura de este edificio renacentista del siglo XVI y adecuarlo a los nuevos usos que exige el funcionamiento como sede del ayuntamiento. La obra, que ha sido adjudicada por 1,8 millones de euros, acometerá la redistribución de espacios, y mejorará su accesibilidad y la eficiencia energética del inmueble.
Estas tareas, que han comenzado esta semana, se ejecutarán con el máximo respeto a un edificio histórico, ejemplo y joya del Renacimiento valenciano y catalogado como inmueble protegido. El alcalde de Villena ha señalado que este inicio de las obras “es el resultado de un intenso trabajo previo para solventar cuestiones que estaban pendientes y varias circunstancias que han obligado a retrasar este proyecto. La intención, como hicimos con la electro-harinera, es seguir recuperando patrimonio histórico para ponerlo a disposición de la ciudadanía y reivindicar el valor de nuestra ciudad como urbe cultural, patrimonial e histórica”.
El proyecto de rehabilitación de este inmueble se truncó tras la pandemia como consecuencia de la crisis de precios de materiales, que motivó la renuncia a la primera adjudicación de la obra, puesto que los costes se elevaron como consecuencia de la crisis energética y la posterior guerra de Ucrania en un 40%. Al mismo tiempo, los proyectos de obra anteriores no contemplaban la realización de catas arqueológicas, que tuvieron que contratarse y realizarse antes del inicio del proceso. Todo ello, ahora solventando por el equipo de gobierno, ha motivado el retraso en las obras, que han arrancado de manera definitiva esta semana.
Joya del Renacimiento valenciano
El Palacio Consistorial es una iniciativa de Pedro Medina, sacerdote de la Iglesia de Santiago, construida en el siglo XVI, que tuvo como primera función Casa de Abadía y Escuela de la Iglesia de Santiago, templo que se encuentra en el entorno urbano de la plaza homónima.
Fue en 1576 cuando pasó a manos del Concejo de la Villa para ser sede del Ayuntamiento de la ciudad, aunque cumplió otras funciones a lo largo de la historia como prisión o almacén de alimentos y pan. La construcción del edificio se le atribuye a Jacobo Torni, El Florentino, proyecto que continuó a su muerte Jerónimo Quijano.