Traumatología de la Marina Baixa estudia el daño muscular en la implantación de las prótesis de cadera
El estudio en 60 pacientes, demuestra la tendencia a tener menos daño muscular utilizando la vía de abordaje anterior, que la postero-lateral convencional
La disminución de la estancia hospitalaria, una rehabilitación más rápida, o menor dolor post-operatorio son algunas de las ventajas de esta técnica
El servicio de Traumatología del departamento de Salud de la Marina Baixa está realizando un estudio, pionero en España, sobre la valoración del daño muscular en la implantación de las prótesis totales de cadera.
La cirugía protésica de cadera es uno de los procedimientos quirúrgicos ortopédicos que se efectúa con más frecuencia en la actualidad, con el objetivo de aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, el servicio de Traumatología del de la Marina Baixa realiza aproximadamente 150 intervenciones quirúrgicas de este tipo al año.
Para la implantación de una prótesis total de cadera existen diferentes tipos de abordajes quirúrgicos. La vía anterior presenta una mayor dificultad técnica, pero una vez conseguida, los beneficios para el paciente son mayores.
Una reducida incisión cutánea (entre 8 y 10 cm aproximadamente) y la conservación de los músculos y tendones que se encuentran en la zona de la articulación de la cadera, son algunas de sus ventajas.
Como explica el doctor Antonio Giménez, jefe del servicio de Traumatología del departamento de Salud de la Marina Baixa, para poner una buena prótesis hay que entrar hasta dentro de la cadera y, para ello, existen diferentes tipos de abordajes quirúrgicos, unos menos traumáticos que otros.
“Según el tipo de abordaje utilizado, se va a producir un diferente daño muscular y esto va a repercutir en la rehabilitación del paciente y en las molestias que este pueda tener, aun estando perfectamente implantada la prótesis”, subraya el doctor Giménez.
En este sentido, el estudio se inició hace año y medio con la creación de un comité, dirigido por el Doctor Giménez, y formado por otros especialistas como la Dra. Belén de Anta, actualmente en el Hospital General de Alicante; el Dr. Serralta, traumatólogo del departamento y la Dra. Benavides, médico residente del Hospital Marina Baixa, así como con la colaboración de la Dra. Rams, radiólogo de la Clínica Benidorm.
El estudio consiste en realizar analíticas preoperatorias y postoperatorias a todos los pacientes intervenidos con vías de abordaje clínica más traumáticas y vías menos traumáticas.
Además, se realizan estudios de resonancia magnética a todos los pacientes a partir de los tres meses de la intervención para determinar posibles lesiones tendinosas y óseas, y cuyos resultados se comparan con el peso, altura y longitud de las cicatrices.
Con esto, se trata de comparar en el estudio de la resonancia para tener una valoración objetiva de los parámetros de la cadera no operada con los de la cadera operada, estudiándose uno a uno todos los grupos musculares de cada tipo de vía.
Para ello, se crean unas tablas de clasificación que valoran, en cada caso, el tipo de infiltraciones grasas, el volumen entre los grupos musculares, o el estado de los tendones, hematomas y fibrosis, entre otros.
Este estudio, en el que han participado ya 60 pacientes, demuestra la tendencia a tener menos daño muscular utilizando la vía de intervención anterior, que utilizando la vía postero-lateral convencional.
Como explica el Dr. Giménez, la diferencia entre estas dos vías es que “la anterior es una vía intermuscular sin rotura de los músculos, mientras que la vía postero-lateral necesariamente necesita seccionar los músculos”.
El servicio de Traumatología del departamento de la Marina Baixa utiliza desde hace cuatro años la vía posterior en la colocación de las prótesis totales de cadera gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías en la instrumentación.
Este tipo de abordaje, mínimamente invasivo, para la implantación de las prótesis de cadera, consigue reducir al máximo el daño muscular, las cicatrices y evitar las complicaciones en las partes blandas.
Entre las principales ventajas de esta técnica cabe destacar que no se seccionan músculos y se respectan los nervios, un menor dolor post-operatorio para el paciente, la incisión es menor que en una cirugía convencional y existe un menor riesgo de luxación.
Además, la disminución de la estancia hospitalaria en un 50 por ciento situándose en los 2 ó 3 días; una menor pérdida sanguínea o una rehabilitación más rápida, esta técnica les permite retomar más tempranamente su actividad habitual, repercute en una mayor satisfacción por parte de los pacientes.