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El tradicional concurso de “fanalets” contó con decenas de participantes desde 1 hasta 12 años

  • Los concursantes ganadores de cada categoría fueron Amparo Soriano, Ana Villalón y Marta Villalón

El Ayuntamiento de La Vila Joiosa, a través de la Concejalía de Cultura, celebró ayer (jueves, 23 de junio) el Día de la Corona. Durante el transcurso de la tarde se celebró el tradicional concurso de “Fanalets” (farolillos hechos con frutas de verano) en la Playa Centro (en la Basseta l´Oli) con gran éxito de participación.

El concejal de Cultura del consistorio vilero, Pepe Lloret, ha agradecido la participación de todos los niños y la implicación de sus familias ya que “este concurso es una muestra de cómo mantener y transmitir a las nuevas generaciones las tradiciones de nuestros mayores”.

Los ganadores de este tradicional concurso fueron:

- En la categoría de 1 a 4 años; Amparo Soriano, Mar Verdú y María Lloret.

- En la categoría de 5 a 8 años; Ana Villalón, Sergi Serrano y Marta Fernández.

- En la categoría de 9 a 12 años; Marta Villalón, Toni Llinares y María Esquerdo.

Los premios para los tres primeros ganadores de cada categoría fueron de los más variados y patrocinados por los distintos colaboradores (BBVA, Banco de Valencia, Caja Mediterráneo, Aquagest, Anyade y WildPottery).

Como cada año, el Día de la Corona se celebra en La Vila con talleres de animación, de elaboración de coronas y con el tradicional concurso de “Fanalets” (farolillo). Los “fanalets” son piezas de fruta de verano, como la sandía, que tras la merienda en la playa, se utilizaban para elaborar farolillos decorados con una pequeña vela dentro.

El concurso de “Fanalets” se celebró sobre las 21.00 horas y los ganadores fueron elegidos por el jurado compuesto por Madalena Soler (profesora del IES Malladeta) y Antonia Escudero (presidenta de AHEDYSIA).

El Día de la Corona se viene celebrando en la localidad desde hace más de cien años. Tradicionalmente, era el día para recordar a los marineros y pescadores que habían perdido su vida en el mar. Los niños y sus familias bajaban a la playa a merendar y a jugar con coronas elaboradas con flores y cuerdas. Con estas coronas pasaban la tarde jugando en el agua y finalmente, por la noche, las lanzaban al mar formando un gran manto de flores. La tradición oral también cuenta que este día era el primero del verano para el baño.

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