Un coche destroza el Via Crucis de Villajoyosa y lo restauran en tiempo récord para esta Semana Santa
Se cree que la maniobra de un vehículo destruyó este monumento histórico
El Ayuntamiento de Villajoyosa ha restaurado la base y el panel cerámico de la primera estación del Vía Crucis de la Ermita de la Salud. La estación fue dañada, probablemente por una maniobra de un vehículo, por lo que toda la parte superior, con la hornaciona que alberga el panel de azulejos con la escena de la estación, así como el remate con la cruz, cayeron al suelo desde una altura de 3 metros, por lo que resultaron muy dañados al recibir el impacto.
Las concejalías de Patrimonio Histórico y de Servicios Técnicos han trabajado de manera coordinada para recuperar las piezas, rehabilitarlas e instalarlas de nuevo, con el fin de que este Viernes Santo la estación del Vía Crucis luzca con las condiciones adecuadas. Además, los operarios de Servicios Sociales han pintado todas las estaciones del Vía Crucis y han rehabilitado los bordillos de dicho recorrido con el fin de mejorar la imagen del entorno de cara a la celebración de los actos religiosos. Esta mañana, el Alcalde Marcos Zaragoza y los ediles de Patrimonio Histórico y de Servicios Técnicos, Rosa Llorca y Peyo Lloret, han visitado la zona para comprobar el perfecto estado del Vía Crucis y su entorno.
Los elementos caídos se trasladaron a Vilamuseu donde han sido restaurados. El panel cerámico está formado por cuatro azulejos decorados con la escena de Jesucristo ante Poncio Pilatos, quien se lava las manos, que, tradicionalmente, es la primera estación del Vía Crucis. La restauradora municipal comprobó que los azulejos ya se habían roto anteriormente y que se había realizado una restauración muy deficiente, en la que los fragmentos no encajaban correctamente. Muchas partes, que se habían perdido, habían sido simplemente rellenas con cemento gris, sin reintegración cromática, es decir, sin reproducir las partes faltantes de la escena. La restauración ha consistido, en primer lugar, en despegar la restauración anterior, limpiar bien las juntas de los numerosos fragmentos de los cuatro azulejos y volverlos a unir, con las juntas bien niveladas, mediante una resina acrílica reversible que, al tiempo que da una gran solidez, permite su fácil despegado y futuras intervenciones. En las partes faltantes se ha eliminado el relleno de cemento y se ha sustituido por estuco de escayola. Sobre él, se ha reproducido la decoración faltante con pintura acrílica, de forma que visualmente la escena aparezca completa, pero, visto al detalle se pueda identificar las partes restauradas. En la cara posterior, los azulejos se han reforzado con malla de fibra de vidrio impregnada en paralloid, para darles más solidez.
La parroquia Nuestra Señora de la Asunción se ha encargado de la reconstrucción del cuerpo superior de la estación, es decir, la hornacina, y sobre ella se ha recolocado el remate con la cruz, que se ha conservado en Vilamuseu. Una vez finalizada la reconstrucción de la estación, los operarios municipales han colocado de nuevo el panel de azulejos y la plaquita con el nombre de la persona que lo pagó. La estación tiene una plaquita cerámica con la leyenda D. Fº Soriano Lloret, que se refiere a la persona que pagó la estación del nuevo Vía Crucis que se realizó tras su destrucción durante la Guerra Civil de 1936-39.
De esta manera, la estación del Vía Crucis vuelve a presentar su estado anterior a su destrucción y el panel ha recuperado su aspecto original, mejorando sensiblemente el que tenía antes del accidente.