VÍDEO | Otro triunfo histórico para el de Vila-real: Sebastián Mora se corona campeón del mundo de Ciclismo en Pista de Dinamarca
La leyenda continúa: Sebastián Mora, el vigésimo oro español en los Mundiales de ciclismo en pista
El ciclista castellonense Sebastián Mora, de 36 años, ha vuelto a situarse en la élite mundial del ciclismo en pista tras proclamarse campeón del mundo en la modalidad de puntuación, en los Mundiales celebrados en Ballerup, Dinamarca. Ocho años después de su primer oro en el Mundial de scratch, Mora ha demostrado una vez más su maestría y veteranía en una competición que exigió lo mejor de cada atleta durante 160 vueltas a un velódromo de madera de pino siberiano. Este título supone el segundo oro mundial en su cuenta personal y el vigésimo en la historia del ciclismo español en pista.
ð𥠡CAMPEÓN DEL MUNDO!@SebastianMoraV brilla en la puntuación y se lleva el oro con un movimiento magistral en el último esprint#Ballerup2024 | #LaCasadelCiclismopic.twitter.com/p5nV7jW7Qz
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) October 18, 2024
Un dominio estratégico impecable
La prueba de puntuación es una de las disciplinas más exigentes del ciclismo en pista, compuesta por 160 vueltas y 40 kilómetros, donde los corredores acumulan puntos en esprints intermedios y ganan vueltas para escalar posiciones en la clasificación general. El inicio de la carrera de Mora fue discreto, acumulando puntos de manera constante y sin desgastar en exceso sus fuerzas, una estrategia que le permitiría capitalizar en el tramo decisivo de la competición. Mora, conocedor de sus fortalezas, fue paciente durante la primera parte de la carrera, manteniéndose en posiciones intermedias mientras otros corredores intentaban ganar esprints con mayor esfuerzo.
Sin la presencia de algunos de los principales contendientes, como el neozelandés Aaron Gate, vigente campeón, y el portugués Iuri Leitao, las opciones para el resto de los competidores crecieron. A medida que avanzaba la carrera, Mora aprovechó cada oportunidad para sumar puntos de manera constante y estratégica, ganando dos vueltas y acumulando puntos que lo catapultaron hacia las posiciones de podio.
El tramo final: pura táctica y potencia
El momento crucial llegó en las últimas vueltas, cuando Mora formó un corte decisivo junto a dos corredores: el belga Fabio van den Bossche y el japonés Naoki Kojima. En ese punto, Mora ya tenía asegurada una medalla, pero decidió aspirar a lo más alto. Con una ventaja de 17 puntos sobre el cuarto clasificado, optó por lanzar un último ataque hacia el esprint final, que otorgaba puntos dobles. En una jugada táctica impecable, dejó atrás a sus rivales y ganó el esprint, sumando los 10 puntos necesarios para superar al danés Niklas Larsen y colgarse el oro.
Un ciclista de leyenda
Con este título, Sebastián Mora entra de nuevo en el olimpo del ciclismo en pista español, equiparándose con figuras legendarias como Guillermo Timoner, Isaac Gálvez y Joan Llaneras. Su victoria en Ballerup no solo pone fin a una sequía de medallas doradas para España en los mundiales, sino que también representa una recompensa a su dedicación y trabajo silencioso durante más de una década de éxitos internacionales.
Este oro consolida a Mora como una de las principales figuras del ciclismo en pista de la última década. Además, es una muestra del poder de la táctica, la resistencia y la experiencia en una disciplina donde cada detalle cuenta. Como bien dijo su compañero Alejandro Martínez, Mora es la mejor baza de España en este tipo de competiciones, y una vez más, ha cumplido con creces las expectativas.
Su triunfo también sirve de homenaje a su compañero y amigo Albert Torres, quien no pudo estar presente en esta edición de los mundiales tras una dura caída en los Juegos Olímpicos de París. Juntos, han formado uno de los dúos más exitosos en la historia reciente del ciclismo en pista español, y este título en Ballerup añade una nueva página dorada a su ya brillante carrera.
Con 36 años, Sebastián Mora ha demostrado que la veteranía sigue siendo un grado en las competiciones de élite. Su control táctico, su capacidad para gestionar los momentos decisivos y su increíble resistencia lo han coronado una vez más como uno de los grandes del ciclismo mundial.