Reencuentro con la victoria fuera de casa
Victoria merecida y solvente que coloca al Villarreal 5º en la tabla
En la jornada que estamos, con todo lo que se ha dejado escapar, parece que el calificativo de “vital” vayamos a tener que decirlo a cada partido de ahora a final de temporada. Tras dos empates consecutivos daba la sensación que la ilusión y alegría por la llegada de Marcelino y algo que se antojaba como una ascensión imparable, había decaído un poco. Además, obsesionados todos con alcanzar el ascenso directo y alcanzarlo ya, en general parecía todo el mundo ir a ver nuestro encuentro, que además cerraba la jornada, sin las ganas de otros choques, tras haber ganado tanto Almería como Alcorcón. Aparte de que como dije la semana pasada, parece mejor ir partido a partido dejando a un lado esa fijación, al final y con los tres puntos en el bolsillo, la jornada se puede decir que ha sido muy positiva dado que al resto de rivales directos o los has adelantado o les has recortado puntos o ahora estás por encima sacándoles algunos. Si esta tarde estabas en 8ª posición, te vas a la cama 5º, lo cual también da un extra de satisfacción al ver la tabla clasificatoria.
El Villarreal repitió como dominador del partido prácticamente de principio a fin. Lo que no repitió es alineación, por lesiones y decisiones técnicas, con la esperada entrada en la titularidad de Aquino y la sorpresa de la ausencia de Perbet. Los cambios también extrañaron a la mayoría, aunque como dice el refrán “bien está lo que bien acaba”.
El partido empezó extraño, con muchas imprecisiones y entradas duras por parte de ambos equipos, sin juego fluido y sin prácticamente ocasiones. Camino del primer cuarto de hora, Juan Carlos (de nuevo vital en las pocas ocasiones que por suerte últimamente le llegan) salvo un mano a mano que sería de las poquísimas ocasiones de las que dispondría el Córdoba. En el minuto 20, Pereira solo ante la portería y sin portero, tiraría arriba una de las ocasiones más claras falladas de la historia del Villarreal. Se redimiría y a lo grande al borde del descanso, haciendo el 0-2 en una jugada personal magistral y definida de forma aún mejor. Antes sin embargo, concretamente en el minuto 27 Farinós volvería a hacer alarde del guante que tiene por pie en los lanzamientos a balón parado y un Mussachio no solo mucho más seguro atrás que en los partidos anteriores, sino acercándose al área con peligro, haría de cabeza el gol que abriría la lata. Al descanso 2 goles de 3 ocasiones por lo que la efectividad era casi inmejorable.
En el arranque de la segunda parte, el Villarreal quería más y tuvo ocasiones para hacer el tercero que no convirtió. El Córdoba no era capaz de sacar con claridad la pelota gracias a una presión del conjunto amarillo que fue clave durante todo el encuentro. Tras ese arreón inicial, fruto también del cansancio por el esfuerzo realizado y por el marcador a favor, el submarino le entregó más la pelota al Córdoba, buscando ya alguna contra aislada y sobretodo estando serios en defensa, algo que permitió que salvo un par de jugadas aisladas, el rival no se acercara al área del meta visitante.
Los cambios no fueron definitivos ni para bien ni para mal. Extrañó que se fuera Pereira viendo los apuros en los que ponía al rival por su velocidad y no un Uche de nuevo bastante lento y desaparecido salvo jugadas puntuales, al igual que extrañó que se fuera Aquino que el partido parecía habérsele puesto perfecto para sus características y como ya se había visto en algunas jugadas, solo lo podían parar con falta y más aún cuando Moi Gómez empezó bien pero fue pronto a menos y teniendo amarilla desde bien pronto hizo alguna entrada cuanto menos arriesgada. Perbet pareció entrar frío y dos jugadas de peligro que tuvo se le escaparon y volvió Mellberg tras su lesión por un Dorado que de nuevo fue cambio obligado por sufrir rampas. Pero en general, hubo un gran trabajo colectivo de todos, días de esos que es difícil quedarte con alguien por encima de los demás pero si lo tuviera que hacer aparte de Pereira por como se redimió con el golazo, diría que el mejor fue Farinós, dando de nuevo un recital y aportando peligro y gol a balón parado. A destacar también un Mario que con Marcelino fue otro. Está ostensiblemente más delgado, se atreve a subir más, a centrar más e incluso a buscar chutar desde el área o cercanías.
En resumen, un Villarreal serio, competitivo y efectivo, en un partido de esos que valen un ascenso, en el que fue muy superior a un rival, que tampoco opuso gran resistencia ni te creó grandes problemas, pero en gran parte por el gran trabajo del conjunto amarillo.
Tras finalizar el encuentro, Marcelino García Toral mencionó que era de justicia que el equipo recogiera el fruto al trabajo que venía haciendo, se han visto partidos diferentes depende del equipo y situación pero se había sumado menos de lo merecido y hoy se han sumado tres puntos en un campo complicado que hace que se sumen tres puntos importantes para el objetivo.
Si tú llegas, el rival te llega poco pero no aciertas poco a poco va generando más desconfianza pero hoy hemos rubricado con acierto el trabajo del equipo. No está más contento con el equipo de lo que estaba en partidos anteriores pero es cierto que la victoria conforta.
Sobre los rivales directos, dice que independientemente de lo que hagan, debemos fijarnos en nosotros mismos y cree que desde su llegada llevamos 6 partidos buenos. Los otros equipos sabemos que están ahí pero lo importante es demostrar nosotros que somos un equipo competitivo y que por ejemplo ya llevamos 3 partidos fuera de casa a gran nivel.
Lo conseguido es producto de la solidaridad del equipo, que quiere ganar, lograr el objetivo y reitera que está igual de contento por el juego y el trabajo que en partidos anteriores que el resultado no había sido merecido ni acorde a lo visto.
En la grada lo ha vivido bien, lo ha visto mejor que desde el banquillo y siempre que vas ganando 0-2 al descanso hace que lo viva con más tranquilidad. Sobre haber podido hacer más goles, dice que es la faceta más difícil del juego y quizá no estamos teniendo mucho acierto, suerte o ambas pero igual en otro momento llegamos y las metemos todas pero lo importante es que el rival te llegue y genere pocas y tú tengas el control del encuentro. Los rivales directos no cree que estén siendo superiores en sus encuentros y pincharán pero reitera que tenemos que vernos nosotros mismos y ganar, porque si ellos pinchan y tú no lo haces no sirve de nada.
Hablando del próximo partido, dice que ha estado en el Sporting desde los 13 años a los 23 como jugador, más otros 5 años como técnico, por lo que es un partido muy especial, diferente para él, por el cariño que les tiene y agradecimiento.
0 Córdoba CF: Alberto; Cristian, Kiko Olivas, Armando, Dubarbier; Garai, Pedro (Cabezas, 78’), Abel (Fede Vico, 46’), Caballero, López Silva; y Rennella.
2 Villarreal CF: Juan Carlos, Mario, Musacchio, Dorado (Mellberg, 81’), Jaume Costa; Farinós, Bruno, Moi Gómez, Aquino (Trigueros, 72’); Jonathan Pereira (Perbet, 65’) y Uche.
Goles: 0-1, min. 26: Musacchio. 0-2, min. 43: Jonathan Pereira.
Árbitro: Iñaki Vicando Garrido (Comité Vasco). Amonestó a Armando (35’), Dubarbier (51’) y Fede Vico (92’) por parte del Córdoba y a Moi (31’), Aquino (69’), Jaume Costa (71’) y Farinós (90’) en el caso del Villarreal.