Un policía de Vila-real se convierte en un ángel de la guarda salvando la vida a un niño en apuros

Alejandro, un policía de Vila-real se ha convertido ‘de facto’ en el particular ángel de la guarda de un niño del municipio castellonense, ayudando con su intervención a salvar su vida.

Así lo cuentan sus padres, que explican cómo la rápida actuación de un agente municipal les hizo ganar unos minutos claves para la vida de su hijo, abriéndoles paso para cruzar la ciudad.

Y es que el menor, de solo 15 meses, comenzó a sufrir este domingo por la tarde un episodio de convulsiones a consecuencia de la fiebre, relatan sus padres, que explican cómo su hijo llegó a dejar de respirar y a ponerse morado.

Una situación de extremo riesgo en la que la patrulla policial fue clave para escoltar a la familia por las calles de Vila-real para llegar en pocos minutos hasta el hospital La Plana ya que, según explican, al vivir en una urbanización alejada no podían esperar a la llegada de una ambulancia.

“El pánico cundió en su madre y en mí”, relata el progenitor, que recuerda cómo “inmediatamente cogimos el coche, vivimos entre la localidad de Onda y Vila-real; y el Hospital se nos hacía el lugar más lejano del mundo”.

Una carrera de solo unos minutos que comenzó en la carretera de la ermita del Termet, donde se encontraron con la patrulla, y acabó en las urgencias hospitalarias, donde el equipo médico ya se encontraba esperando a la familia para atender al menor cuanto antes.

“Gracias a ellos he llegado lo antes posible y mi hijo esta estable y evoluciona adecuadamente”, explica su padre, que señala aliviado que su hijo ya está “fuera de peligro”.

“Si no hubiese sido por la patrulla no sé en que condiciones hubiera llegado mi hijo a urgencias”, destaca su padre, que explica la importancia del agente para abrirse paso entre el tráfico de la ciudad.

Ahora, el pequeño Rodrigo se recupera del ‘susto’ y la familia agradece su labor al agente, con quien se ha reunido tras enviarle una misiva en la que también tiene palabras de agradecimiento para los sanitarios que atendieron a su hijo. “Cuando cumpla unos años más, le contaremos este pasaje con una sonrisa de alivio”, señala.