Milagro de la 'Puríssima' en Vila-real: un concejal del Ayuntamiento se salva tras desplomarse el badajo de una campana de la Iglesia
La Purísima reúne a Vila-real en una festividad cargada de emoción y tradición con un pequeño susto
La localidad de Vila-real vivió ayer una jornada llena de emoción y tradición con la celebración de la festividad de la Purísima, un evento que se ha convertido en una de las citas más importantes del calendario local desde que fuera recuperado en 2011. Esta conmemoración religiosa representa un homenaje al legado cultural e histórico y que se vive con mucho arraigo en el municipio.
Un suceso insólito durante la festividad: "un auténtico milagro"
Sin embargo, la edición de este año no solo será recordada por la devoción y la participación ciudadana, sino también por un sorprendente incidente que pudo haber terminado en tragedia. Durante el transcurso de la festividad, el badajo de una de las campanas de la Iglesia Arciprestal se desprendió, cayendo a tan solo 20 centímetros del regidor de Normalización Lingüística, Santi Cortells.
El impacto pudo haber causado graves consecuencias, pero, afortunadamente, todo quedó en un susto. Vecinos, asistentes y desde el propio consistorio no tardaron en catalogar el episodio como "un auténtico milagro".
La procesión, el corazón de la festividad
Como cada año, el punto álgido de la celebración fue la tradicional procesión que recorre las calles del centro de Vila-real, encabezada por la imagen de la Purísima. Este evento, organizado por las cofradías locales, volvió a mostrar la implicación y devoción de los vila-realenses, quienes se volcaron en acompañar a la Virgen en su recorrido.
A pesar del inesperado incidente con la campana, la festividad transcurrió sin mayores contratiempos, dejando a los asistentes con un sentimiento de unión y gratitud. Vila-real, una vez más, demostró que sus tradiciones no solo miran al pasado, sino que siguen vivas en el presente y se proyectan hacia el futuro.
Con este episodio inesperado y la participación masiva de los vila-realenses, la festividad de la Purísima de 2024 volvió a ser una de las ediciones más emocionantes y simbólicas. La ciudad ya se prepara para el resto de las celebraciones navideñas, que prometen seguir llenando de magia y tradición las calles de Vila-real.