El descenso a la misma distancia pero cada vez más factible
Segunda derrota en casa de la temporada con pobres sensaciones
Hoy el Villarreal jugaba en casa, un campo donde solo habíamos sufrido una derrota en Octubre contra el Levante y jugando contra un equipo que nunca nos había ganado. Será por el pesimismo, será por las sensaciones, será por nuestra fama de rompe estadísticas y equipo aspirina, pero hoy había mucho miedo y con razón.
Otra jornada más con los pinchazos de los rivales, teníamos todo a favor para alejarnos del descenso e incluso superar en la tabla a unos cuantos equipos. Otra enésima final esta temporada, que perdimos y puntos que dejamos escapar que cada vez son más vitales ante la cercanía del final de la temporada.
Raro era el ambiente que se respiraba por los aledaños del Madrigal. Hasta la charanga dejaba de tocar ante la noticia de que jugaban Camuñas y Nilmar arriba, dejando a Ruben y Martinuccio en el banquillo, que son de los pocos que general algo de ilusión en la grada junto al incombustible Marcos Senna y que cada partido se dejan la vida en el campo. Ambos venían tocados y no debían estar bien para no ser de la partida, aunque Ruben si saldría en la segunda parte.
Pronto se pondría la cosa cuesta arriba dado que en el min.5 en una contra del Getafe y con Ángel solo para defender a dos hombres, estos se permitirían el lujo de hacerse pases dentro del área y marcar a placer. Unos estaban muy arriba y no llegaban, otros bajaban al trote y no cubrían sus posiciones.
El Villarreal se chocaría una y otra vez contra una barrera de hombres azules que presionaba y hacía imposible que pasáramos de medio campo. Con Borja y Cani anulados por la estrategia rival, nuestro juego era torpe y predecible, con pases entre los defensas sin saber muy bien que hacer y entre miradas y gestos de impotencia de unos a otros.
Nuestro bagaje ofensivo se limitó a una ocasión aislada de Nilmar, a un chute de falta de Senna al larguero y a dos penaltis (sisi, aunque parezca mentira nos han pitado dos penaltis), uno que fallaría Borja tirándolo al centro y mal y el otro al borde del descanso transformado por el delantero brasileño.
Un gol que es de esos que llaman psicológicos pero que no hizo el daño esperado.
En el segundo tiempo parece que salimos algo mejor, tocando más la pelota y acercándonos más al área rival. Esto fue en gran parte porque ellos dejaron esa presión asfixiante y se echaron atrás buscando alguna contra. Nosotros nos acercamos pero no generamos ocasiones de peligro realmente. De hecho, la más clara sería de ellos y hubiera sido gol de no ser de Diego López que la salvaría con los pies in extremis.
Nos veiamos dominadores pero ellos seguían haciendo el juego que querían en cada momento, con un planteamiento de su técnico que superó al del nuestro, que volvió a hacer algunos cambios difíciles de entender para muchos y que no dieron el resultado esperado.
Nuestro peligro en este tiempo se limitó a una gran jugada de Cani contra el mundo que tras recortar al portero iría fuera y en un chute flojo y forzado de Joselu. Antes de esta última, ellos en una jugada extraña, de pases flojos y al límite y donde quedaría patente de nuevo nuestro nerviosismo y poco acierto defensivo, meterían el definitivo 1-2
Al final, derrota y aunque seguimos a los mismos puntos del descenso que la semana anterior, cada vez es más plausible la opción de descender y cada vez tenemos más papeletas para ellos. Ya no vale con ganar en casa.
La semana que viene vamos al campo del Levante, con el club poniendo facilidades de desplazamiento a una afición que falta saber si tiene ganas para hacerlo cuando muchos creen que los jugadores no las ponen en el campo. Luego nos visita el Madrid, partido que se da por perdido antes de jugarlo y no quiero mirar más allá porque me asusto más de lo que ya estoy.
Sufrir, sufrir y sufrir y ojalá, a final de temporada, celebrar la salvación
En Rueda de Prensa:
Luis García, técnico del Getafe se mostraba contento con los suyos. Su estrategia era parar a Cani y Borja y aprovechar las contras y les ha salido bien. Comentaba que salvo a balón parado y dos penaltis que cree que son y que regaló su equipo de forma tonta, el Villarreal no les hizo peligro. Con una victoria el sábado se ve practicamente salvados.
Sobre la justicia del resultado cree que esto se limita a quién marca los goles y hoy ellos tuvieron ese acierto que en otros partidos no lograron y que la temporada es larga y siempre compensa en ese aspecto. Se despidió deseándole suerte al Villarreal.
José Francisco Molina mencionó que nos ha faltado claridad para superar su defensa, que no hemos tenido grandes ocasiones pero si algunas, incluyendo el penalti fallado. Que ellos con muy poco, pillándonos en dos contras, nos han hecho dos goles.
Que hemos dominado el partido pero ellos han tenido el premio de la victoria y nos vamos dolidos.
Entiende y acepte que la gente esté cabreada (referente a la gran pitada final) pero que ellos trabajan y lo intentan. Que en ningún momento es por falta de actitud, que en estas situaciones a veces los jugadores se bloquean y cuesta reaccionar pero no es cuestión de no querer.
Menciona que hay que seguir trabajando, que no queda otra, para conseguir que esto cambie, tener más acierto y sumar puntos. El descenso sigue a tres puntos pero debemos centrarnos en lo nuestro y lograr puntuar para que no esté más cerca.
Sobre una posible bajada del presidente al vestuario solo dijo que él está fastidiado, como todos.
1 Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo (Marco Ruben, 61’), Zapata, Jaume Costa; Cani, Bruno, Marcos Senna, Borja Valero, Camuñas (Castellani, 87’); y Nilmar (Joselu, 70’).
2 Getafe: Moyá; Valera, Cata Díaz, Alexis, Mané; Míchel, Lacen, Pedro León (Casquero, 73’), Diego Castro, Barrada (Torres, 87’); y Miku (Dani Güiza, 68’).
Goles: 0-1, min. 5: Diego Castro. 1-1, min. 45: Nilmar, de penalti. 1-2, min. 72: Barrada.
Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Gonzalo (25’), Jaume Costa (29’) y Bruno (53’) por parte del Villarreal y a Míchel (16’), Alexis (27’) y Cata Díaz (45’) en el caso del Getafe.