VILA-REAL | SOCIEDAD

Los cordonets de Sant Pasqual: símbolo de fe y emblema de Vila-real

ROSA PIQUER - 16/05/2024

Este viernes, la ciudad vive su día grande en honor al patrón de la ciudad y de la diócesis de Segorbe-Castellón

Mañana viernes, 17 de mayo, Vila-real celebra con fervor la festividad de su patrón, San Pasqual Bailón, y lo hace engalanada con uno de sus símbolos más emblemáticos: los cordonets. Estos cordones, que van más allá de una simple devoción religiosa, se han convertido en un emblema de identidad, amistad y arraigo para los vila-realenses.

Un legado familiar con más de 80 años de historia

Los cordonets de Sant Pasqual tienen su origen en la década de 1940, cuando las hijas de la familia Gumbau, propietarias de una papelería en el Raval, comenzaron a elaborarlos artesanalmente. Inspirados en los tres nudos que llevan los franciscanos en su hábito, a los que pertenecía el santo, estos cordones se convirtieron en un pequeño tesoro para regalar a familiares y amigos.

Con el paso del tiempo, los cordonets han trascendido su significado religioso para convertirse en un elemento identitario de Vila-real. Aunque las monjas clarisas son las encargadas de su elaboración oficial, numerosos vecinos también los confeccionan en sus hogares, manteniendo viva esta entrañable tradición.

Los cordonets no solo son un detalle entrañable, sino que también se convierten en un acto de fe y solidaridad. A cambio de una pequeña donación, destinada al mantenimiento de la comunidad de clarisas y la basílica de San Pasqual, los fieles pueden adquirir estos cordones y recibir la bendición sobre las reliquias del santo.

Para muchas familias vila-realenses, intercambiar cordonets es una forma de expresar afecto, protección y buenos deseos. Se dice que llevarlos puestos durante todo el año trae consigo la bendición de San Pasqual.

Más allá de la tradición: un símbolo de unión

Los cordonets de Sant Pasqual han traspasado fronteras y se han convertido en un símbolo que une a los vila-realenses allá donde se encuentren. En un mundo cada vez más globalizado, estos humildes cordones sirven como un recordatorio de sus raíces y de la devoción por su santo patrón.

Mañana, Vila-real se llenará de color y fervor en honor a San Pasqual Bailón. Los cordonets, presentes en manos de devotos y visitantes, serán un testimonio de la fe, la tradición y el arraigo que este pueblo siente por su santo patrón.