El Carlos Sarthou cierra su gimnasio, sin uso previsto este curso, hasta que un estudio técnico determine su seguridad

El Ayuntamiento de Vila-real, conjuntamente con la Conselleria, ha decidido cerrar temporalmente el gimnasio del colegio Carlos Sarthou –sin uso previsto este curso debido a la crisis sanitaria- para realizar un estudio técnico en profundidad sobre su estado, tras haberse detectado problemas en el recinto. El alcalde, José Benlloch, en conversaciones ayer con el director territorial de Educación, Alfred Remolar, y con la dirección del centro, tomó esta decisión como medida preventiva y para asegurar que el gimnasio esté en óptimas condiciones para su uso en cuanto sea requerido, con total seguridad para el alumnado.

El gimnasio del colegio Carlos Sarthou, construido en 2012, fue una de las obras que el actual equipo de gobierno encontró sin acabar cuando asumió el ejecutivo municipal en el año 2011. “Un empastre más de los muchos que nos tocó resolver, con negociaciones y mucho esfuerzo con la Conselleria, gobernada en aquel momento por el PP, para que los escolares pudieran disfrutar de su nuevo gimnasio”, recuerda Benlloch. La crisis sanitaria ha llevado este año a la dirección del centro a decidir que las clases de Educación Física se impartan en el exterior, por lo que no está previsto hacer uso del gimnasio, que tampoco se utilizará para habilitar aulas u otros espacios docentes. Aun así, y como medida preventiva, se ha decidido su cierre hasta que un estudio técnico en profundidad determine si los problemas detectados este verano en las instalaciones son estructurales o de mantenimiento. “La Conselleria y el Ayuntamiento vamos a poner dos técnicos en común a trabajar en este estudio para asegurarnos que todo esté en las mejores condiciones para los alumnos”, detalla el alcalde.

Benlloch participó ayer, junto a Remolar, en la recepción formal del nuevo aulario de Infantil del colegio Carlos Sarthou. El proyecto ha supuesto una inversión de 1,4 millones de euros (IVA incluido) por parte de la Generalitat Valenciana, a los que se suman cerca de 250.000 euros destinados por el Ayuntamiento para el alquiler de las aulas prefabricadas provisionales que han ocupado los escolares, la redacción del proyecto de construcción del nuevo aulario, así como otras dotaciones como el patio inclusivo que el consistorio se ha comprometido a ejecutar por fases en el espacio que hasta ahora ocupaban los módulos prefabricados.