Benlloch: “De los 290.423 euros de la factura falsa de final de obra de la sede de la Policía Local se pagarán sólo 22.000 euros”

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado hoy que la próxima semana se procederá a la recepción y certificado final de obra de la nueva jefatura de la Policía Local, una liquidación por la que el Ayuntamiento abonará a la empresa encargada de los trabajos tan sólo 22.000 euros. La cifra contrasta con los 290.423 euros de la certificación final de obra que facturó inicialmente la firma Piaf al Ayuntamiento a pesar de no haber concluido la construcción y que forma parte del paquete de facturas irregulares por valor de 600.000 euros de esta empresa durante el anterior mandato del Partido Popular que ahora investiga la Fiscalía de Castellón.

“Estamos hablando de cantidades astronómicas, de que de los 290.423 euros del certificado final de obra que presentó en su día Piaf, la factura real, la que se tendría que haber hecho y la que haremos será de 22.000 euros. Ya no hablamos sólo de que lo que valía uno en este Ayuntamiento se pagaba a tres. Es que lo que valía uno se nos quería cobrar a 100 y un banco ha pagado 100, generando ahora muchas dificultades al consistorio”, valora el alcalde. Benlloch recuerda que “cuando llegamos al gobierno local en las obras de la Policía Local todo eran irregularidades, defectos y deudas de la empresa adjudicataria con los proveedores y con las subcontratas”. “Nuestra prioridad ha sido siempre que esos pequeños proveedores cobraran y también que Piaf cobrara por el trabajo realizado pero ni un ero más de lo que le correspondía. Hoy podemos decir que lo hemos conseguido”, argumenta el primer edil.

“Se trata de la misma empresa que trabajaba sin contrato en regla para el Ayuntamiento, la misma que también investiga la Fiscalía por otras facturas irregulares de trabajos que no están acreditados o que los técnicos dicen que no se realizaron, la misma que está implicada en la trama de financiación del Partido Popular y la misma a la que el exconcejal de Servicios Públicos de Vila-real y exvicepresidente de la Diputación, Ramón Tomás, recurrió para ayudar a una comunidad de propietarios particular con la instalación de una plataforma salva-escaleras. Son muchas casualidades”, apunta el alcalde. En esta línea, Benlloch ha pedido disculpas a los vecinos de esta finca que hayan podido verse envueltos en la situación denunciada esta misma semana por el primer edil. “Creemos que es importante actuar con transparencia, que la gente sepa qué es lo que pasa en su ayuntamiento y queremos también dejar claro que este expediente no es contra los vecinos de la finca; quien les engañó es el concejal del PP Ramón Tomás, que se saltó todos los procedimientos administrativos que hay para garantizar que el dinero público se gaste en lo que realmente hace falta”, concluye el alcalde.

“Un árbol de Navidad en cada barrio”
Benlloch se ha referido también al “debate social” generado en torno al árbol de Navidad instalado, como cada año, en la plaza de la Vila, dentro de las iniciativas de fomento y dinamización de las ventas del comercio local entre las que también destaca la instalación de una nueva iluminación navideña con la que en los próximos años se logrará un ahorro de hasta el 80% en gasto energético. El alcalde ha explicado que este año se ha optado por instalar un árbol de reducidas dimensiones por dos motivos principales.

El primero es que “el árbol que se colocaba hasta ahora costaba unos 6.500 euros, mientras que el de este año costará tan sólo 650 euros”. “Con el dinero que nos ahorramos”, valora el alcalde, “hemos podido firman esta misma semana un convenio con entidades sociales como Cáritas y Juventud Antoniana por valor de 22.000 euros para ayudarles en su trabajo en apoyo a las familias más necesitadas de Vila-real”, detalla.

Por otra parte, la instalación de este árbol más pequeño forma parte de un proyecto de sensibilización ambiental y cooperación social que quiere poner en marcha el equipo de gobierno para que “cada barrio tenga su propio árbol de Navidad”. La idea, explica el primer edil, es que, una vez pasen las fiestas, el árbol se plantará cada año en un jardín de un barrio de la ciudad con la colaboración de los niños de los colegios.