30 años de fiestas populares en Vila-real

Las fiestas en honor a Sant Pasqual se remontan a principios de siglo XX. El santo muere en Vila-real el 17 de mayo de 1592 y este hecho aún se conmemora hoy en día en esta fecha que es cuando se celebra el día del patrón con una misa y una procesión en su honor. No obstante, no es hasta el  14 de noviembre de 1917 cuando Sant Pasqual es proclamado patrón oficial de la ciudad. En referencia al patrón han surgido a lo largo de los tiempos diversas leyendas populares. La más conocida es la de los tres golpes. Los vecinos de la ciudad atribuían este hecho a un anuncio del patrón de que algo malo les devenía. La devoción hacia Sant Pasqual siempre ha sido muy patente en la ciudad ya que durante toda la historia los vila-realenses se han dirigido a el para pedirle ayuda en los momentos más difíciles.

Las fiestas de Sant Pasqual que se celebraban a principios del siglo pasado consistían sobretodo en actos religiosos y populares ya que también se celebraban bailes en la plaza, pasacalles y demás actividades. Las primeras peñas empiezan a surgir en los años 30 aunque no se conocen como tal ya que son más bien reuniones de grupos de amigos. Con la llegada de la República en 1931 los actos religiosos pasan a un segundo plano y con la llegada de la Guerra Civil en 1936 incluso se llegan a celebrar en el mes de mayo unas fiestas sin santo, como mencionan los profesores Antoni Pitarch y Domingo Font en Vila-real al temps de la República.

La guerra y la posterior represión Franquista terminan durante un tiempo con las manifestaciones lúdicas y las agrupaciones festivas en fiestas patronales. Así, como apunta el también profesor, Pasqual Batalla en el libreto de conmemoración de 25 años de la peña L’Embolic “en 1937 sólo se mantienen en la ciudad dos peñas Dancing Boina y FAB que aguantan pese a la censura hasta 1950”. Es en esta fecha cuando vuelven a renacer el asociacionismo y aparecen las primeras peñas de carácter festivo. Buen ejemplo de ello son la peña La Gamba y La Boira. En los años 60 las peñas se reunían para montar los cadafales y participar del bou al carrer, que desaparece más tarde con las plazas móviles y que produce de nuevo la desaparición de los colectivos festeros.

Será el 1979 con la llegada del primer gobierno democrático de Vila-real, presidido por  el alcalde Batiste Carceller, cuando se inicien las fiestas populares de la ciudad como las conocemos ahora y se reinstaure el bou per la vila. A partir, de este momento empiezan a proliferar las peñas y aparecen Llimonà i vi, La Brusa, Pa i Porta y demás colectivos que siguen en activo en la Comissió de Penyes. Este año se celebran 30 años del inicio de las fiestas populares y las peñas siguen dinamizando la vida festiva de la ciudad con su participación. Pero son ahora peñas más jóvenes las que toman el relevo para seguir manteniendo viva la ilusión en la organización de los festejos en honor al patrón Sant Pasqual.