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VÍDEO | Cinco años de una de las DANAs más devastadoras de la Comunitat Valenciana con seis muertos y miles de evacuados

VÍDEO | Cinco años de una de las DANAs más devastadoras de la Comunitat Valenciana con seis muertos y miles de evacuados
  • La huella imborrable que no olvidan decenas de localidades valencianas

El 10 de septiembre de 2019, una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) azotó con fuerza el sureste peninsular, desencadenando un episodio de lluvias torrenciales que dejó una huella imborrable en la zona, así lo relataba elperiodic.com en 2019. De hecho, dejó nada más y nada menos que almenos seis fallecidos, más de 4.000 personas evacuadas y 678 rescatados, además de ochenta carreteras cortadas.

Cinco años después, aún resuenan los ecos de aquel evento meteorológico extremo que puso a prueba la resiliencia de comunidades enteras.


La formación y evolución de un fenómeno atmosférico excepcional

La DANA de 2019 se caracterizó por su intensidad y persistencia. Originada en el Cantábrico oriental, se estacionó sobre el sureste peninsular, favoreciendo la formación de intensas células convectivas que dieron lugar a precipitaciones torrenciales. La combinación de factores meteorológicos, como la humedad del Mediterráneo y la orografía de la región, intensificó el impacto de este fenómeno, dejando acumulados de precipitación históricos en pocas horas.


Un balance trágico: vidas perdidas y daños materiales cuantiosos

Las consecuencias de este evento fueron devastadoras. Se registraron al menos 6 víctimas mortales y miles de evacuados. Las zonas más afectadas fueron la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía. Las infraestructuras resultaron gravemente dañadas, con carreteras cortadas, puentes colapsados y numerosos edificios afectados. Los sectores agrícola y turístico sufrieron pérdidas millonarias, poniendo en peligro la economía de muchas localidades.

Un análisis meteorológico en profundidad: desentrañando las causas

Los datos meteorológicos revelan la excepcionalidad del evento. El centro de la DANA se situó sobre el sureste peninsular, con una configuración atmosférica que favoreció la formación de intensas células convectivas. Estas células, organizadas en "trenes convectivos", fueron las responsables de las precipitaciones torrenciales que azotaron la región durante varios días.

El pluviómetro de Orihuela registró un acumulado de 520.8 mm en 24 horas, un valor histórico que superó ampliamente los registros de eventos anteriores. Los efectos combinados de las precipitaciones, la crecida de los ríos y el oleaje, dieron lugar a inundaciones generalizadas y daños costeros.


Un fenómeno recurrente con consecuencias devastadoras: ¿por qué fue tan especial la DANA de 2019?

Los episodios de lluvias torrenciales en el Mediterráneo son recurrentes, pero la DANA de 2019 destacó por su intensidad y extensión. Aunque términos como "gota fría" y "DANA" se han popularizado, es importante recordar que estos fenómenos pueden tener consecuencias devastadoras si no se toman las medidas de prevención adecuadas.

La DANA de 2019 fue el evento de mayor precipitación acumulada en la Vega Baja en, al menos, los últimos 100 años. Durante unas pocas horas, se acumuló el equivalente a la lluvia de un año entero, superando con creces a eventos históricos como la riada del Segura de 1879.


El legado de la DANA: hacia un futuro más resiliente

La DANA de 2019 dejó una profunda huella en la memoria colectiva y sirvió como un llamado a la acción. Las autoridades y la sociedad en su conjunto han tomado conciencia de la importancia de invertir en infraestructuras resilientes, sistemas de alerta temprana y planes de emergencia.

Sin embargo, el cambio climático plantea nuevos desafíos y aumenta la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Es fundamental continuar trabajando en la adaptación al cambio climático y en la reducción de la vulnerabilidad de nuestras comunidades.

La DANA de 2019 fue un evento extremo que puso a prueba la capacidad de respuesta y resiliencia y recuerda la importancia de comprender los procesos atmosféricos, de invertir en prevención y de construir sociedades más resilientes frente a los desafíos del cambio climático.

El arte como testigo del dolor: la obra de Muñoz Degrain

Este episodio meteorológico extremo nos recordó la devastadora riada del Segura de 1879. Aquella catástrofe, considerada una de las mayores inundaciones de la historia de España, causó más de mil muertos en Murcia, Orihuela y localidades del curso bajo del río. El nivel del agua en algunas calles de Orihuela alcanzó los 3,8 metros, según la "Memoria de la Junta de Senadores y Diputados creada por Real Decreto de 18 de octubre de 1879".


Tanto impactaron los efectos de la riada de 1879 en la sociedad de la época, que sus consecuencias quedaron plasmadas en obras de arte. El pintor Muñoz Degrain, en su óleo "La riada", retrató de manera conmovedora la desesperación de una madre intentando salvar a su hijo de las aguas. Esta obra, que representa una escena desgarradora, es un testimonio del sufrimiento y la pérdida causados por la catástrofe.

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