Multa de 1.950 euros por tener un perro potencialmente peligroso sin licencia, ni microchip, ni documentación
Un vecino de San Vicente, propietario de un perro potencialmente peligroso, ha sido multado con 1.950 euros de sanción por cometer cuatro infracciones diferentes de la normativa vigente. Por no identificar al animal conforme establece la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, multa de 400 euros; por no tener la licencia municipal, 800 euros; por llevarlo a pasear por un espacio público sin bozal, multa de 450 euros, y por no aportar la documentación del animal relativa a la propiedad, identificación y cartilla sanitaria, multa de 450 euros. Las tres últimas son infracciones de la Ordenanza Municipal de Tenencia de animales de Compañía en el Entorno Humano.
Los hechos se remontan al mes de septiembre del año pasado, cuando el dueño paseaba a su perro por el Parque Juan XXIII. Se le abrió expediente, y se le dio un plazo para que presentara la documentación requerida. Al no aportarla, el ayuntamiento ha continuado con la instrucción del caso. La Junta de Gobierno, reunida esta mañana, ha aprobado las sanciones que suman 1.950 euros.
La Junta de Gobierno también ha aprobado dos sanciones más relacionadas con perros potencialmente peligrosos. A una vecina de San Vicente, dueña de dos de estos canes, se le ha multado con 600 euros. De uno de ellos no ha aportado al Departamento Municipal de Sanidad el recibo pagado y en vigor de la póliza de responsabilidad civil del animal y del otro no aportó la documentación.
Finalmente se ha impuesto una sanción de 800 euros al propietario de un American Staffordshire Terrier porque carecía de necesaria licencia municipal de tenencia de animales potencialmente peligrosos. El perro tenía microchip.
A finales del mes de abril pasado, el Ayuntamiento de San Vicente sancionó a otro propietario también de un perro potencialmente peligroso con 1.650 euros por cometer tres infracciones: 800 euros por no tener la licencia municipal, 450 euros por sacarlo a pasear sin bozal y 400 euros más por no haberlo inscrito en el Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA), lo que es obligatorio.