Una biblioteca de todos y para todos
La biblioteca municipal de San Vicente del Raspeig cierra el periodo estival con cerca de 17.500 socios y un balance positivo de los meses de verano
El centro sanvicentero es el segundo con más lectores de la Comunidad Valenciana
Y es que en los últimos tres años, el número de altas ha aumentado hasta llegar a una media de diez socios diarios, lo que le ha valido a la biblioteca municipal la medalla de plata en materia de lectura. San Vicente mantiene la segunda plaza, –por detrás de la biblioteca provincial de Valencia–, respecto al número de lectores y documentos prestados por la Red de Lectura de la Comunidad Valenciana. En total, la cifra de préstamos ascendió el año pasado a más de 150.000 títulos y la tasa de lectores superó los 145.000. Así pues, San Vicente, con sólo dos bibliotecas públicas, (la infantil y la de adultos), se adelanta a capitales de provincia como Castellón o Alicante, y a ciudades mucho mayores y con varios centros de lectura como Gandía, Elche o Benidorm.
Este verano ha dejado en el centro sanvicentero un buen sabor de boca. Sólo en el pasado mes de julio, la biblioteca municipal prestó 6.100 libros, de los cuales 2.360 eran novelas, 2.971 libros de literatura infantil, 572 préstamos de literatura juvenil y 196 libros de divulgación para adultos. En cuanto al material audiovisual, se prestaron 3.000 deuvedés y 430 cedés.
María José Rabadán, responsable del centro, asegura que “prestar en verano esa cantidad de libros, es un buen dato porque supone que existe un hábito arraigado para muchos sanvicenteros de utilizar la biblioteca durante este periodo”. Además explica que todos los meses reciben un gran número de novedades de todos los géneros y materias. “Los usuarios de la biblioteca pueden encontrar muchos de los libros que ven en las estanterías de librerías y centros comerciales”, recalca. Pero sobre todo, en lo que más hincapié hace es en la variedad de gente que utiliza la biblioteca. Gente sin estudios o con ellos, de todas las categorías sociales y de diferentes edades acuden a la biblioteca municipal para poner en práctica el placer de la lectura.
Mª José Rabadán: “En los meses de verano la biblioteca no pierde dinamismo porque tenemos unos socios fieles a la lectura y a la utilización de sus servicios”
Desde que en 2004 se renovaron todos los carnés, la biblioteca de San Vicente del Raspeig cuenta en este momento con cerca de 17.500 socios, por lo que un tercio de la población de la localidad es socio del centro. En esta línea, Rabadán matiza que “desde que se inauguró la nueva biblioteca en mayo de 2006, no ha bajado el número de nuevos socios. Se superan los 2.000 anuales”. Y en referencia a la temporada estival Mª José explica que la biblioteca no ha perdido dinamismo por la fidelidad de sus socios a la lectura y al uso que hacen de sus servicios”.
Día a día entre libros
De nueve de la mañana a nueve de la noche, Mª José y sus compañeros realizan entre 600 y 700 préstamos diarios. Mercedes Moreno, miembro del equipo de bibliotecarios asegura que “ver cómo los usuarios utilizan y se mueven por la biblioteca es una de las cosas que más le gusta”. Y Mª José, por su parte, subraya que “a los trabajadores de la biblioteca les reconforta ver en el mostrador desde niños de 3 años hasta señores de 80”.
Gloria Campos, otra de las bibliotecarias, destaca de su profesión la afluencia de gente y la buena relación con ella. “Todos los días hago una pila de carnés”, comenta con una sonrisa. Sin embargo, le desagrada que mucha gente sólo acuda a la biblioteca en busca de deuvedés. “Por lo general, se prestan más libros que películas, pero a veces la biblioteca parece un videoclub”, sentencia.
Mientras los bibliotecarios etiquetan y clasifican los nuevos ejemplares que van llegando, en la zona de la hemeroteca, Maribel Sansano, una ilicitana que reside en San Vicente, repasa junto a su marido la prensa del día. Ella es escritora, pintora y conferenciante habitual en varios eventos culturales de Alicante. Se confiesa una “devoradora de libros, sobre todo de clásicos”, y de vez en cuando, le encanta inyectarse una buena dosis de novela negra. Según dice, “le gusta leer en la biblioteca por la tranquilidad y la cercanía que ofrecen los empleados”. Al mismo tiempo, en la zona de estudio de la segunda planta, Paloma Martínez no levanta la vista de sus apuntes. Estudia arquitectura técnica en la Universidad de Alicante y aunque vive en San Vicente, nació en Lorca. Como buena estudiante de arquitectura, lo que más le gusta es el diseño del edificio, y añade que “lo mejor es que en las zonas de estudio de la biblioteca de San Vicente es que tiene espacio para dibujar”.
A lo lejos, Mª José observa desde su mesa de cristal el ajetreo diario y se contenta con los buenos resultados obtenidos a lo largo del año y en especial durante estos meses de verano. Ahora su meta es “seguir creciendo”.
Entrevista con José Rafael Pascual, concejal de Cultura
El edil de Cultura, José Rafael Pascual, hace balance de la posición en la que se halla el archivo municipal y señala que “desde su concepción, la biblioteca se concibió como un espacio moderno con una oferta multicultural abierta a todos los públicos”.
“Desde que abrió, el objetivo del centro es que sea utilizado por una gran variedad de personas, desde los más niños hasta los más mayores, sin querer encasillarlo en un segmento poblacional concreto”, subraya.
Pascual: “La cultura está abierta a todo el mundo”
Por otro lado, respecto al crecimiento del centro público, el regidor de Cultura califica positivamente los resultados obtenidos: “Son cifras que hablan bien a las claras de la calidad del servicio bibliotecario de San Vicente, con unas instalaciones de vanguardia, un fondo actualizado y un personal cualificado”.
En 2008, San Vicente ocupó la quinta plaza en cuanto al número de préstamos y en 2009 la segunda; datos que según Pascual “suponen una magnífica aceptación de las nuevas instalaciones por parte de los ciudadanos”. Además, el edil resalta que “hay una gran utilización del fondo debido a que los documentos de la biblioteca atienden las necesidades culturales y formativas de la población”.