Vossloh y la UPV crean una cátedra de empresa
"¿Qué habría pasado en aquel accidente ferroviario ocurrido en EEUU si la locomotora implicada hubiese sido una Vossloh equipada con los últimos sistemas de seguridad pasiva? ¿Cómo habría sido el siniestro? ¿El número de víctimas habría disminuido?" Esas son algunas de las incógnitas que la multinacional alemana quiere despejar con la ayuda de los alumnos y los profesores de la Universitat Politècnica de València. Para resolver este y otros muchos interrogantes, Vossloh Rail Vehicles (la división española del grupo) ha firmado recientemente un convenio por el que se crea la cátedra de empresa Vossloh-UPV.
Vossloh es una empresa líder en el diseño y fabricación de vehículos ferroviarios. Su evolución está estrechamente unida a la historia del ferrocarril y cuenta con el aval de más de un siglo de experiencia en el sector. Desde hace años colabora con la Universitat Politècnica de València no solo en proyectos de investigación sino también en distintas actividades de fomento del empleo: participa en el Foro E de la UPV –la feria del emprendimiento y el empleo– y lanza anualmente entre 100 y 200 prácticas de empresa.
Ahora, la multinacional alemana ha dado un paso más y ha formalizado con la UPV una cátedra de empresa con el objetivo de ayudar a los alumnos a dar el salto de recién titulados a ingenieros cualificados. La cátedra, que tiene una vigencia de un año, está adscrita a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño y su responsable es Sergio Hoyas, profesor del Departamento Máquinas y Motores Térmicos.
Cuatro años de intenso trabajo
Desde 2011, Antonio García, director de Ingeniería de Vossloh Rail Vehicles; Sergio Pérez, jefe de ingenieros, y María Marsilla, ingeniera de I+D, han estado trabajando en la definición de los contenidos de esta cátedra de empresa. Todos los detalles se han perfilado a conciencia antes de la firma de este convenio. “Esperamos mucho de la Universitat Politècnica de València”, ha declarado Antonio García, antiguo alumno de la casa, como sus dos compañeros.
Y así, se han descrito los casi 30 retos que se quieren abordar en forma de trabajos tutorizados de final de estudios a lo largo de los próximos 12 meses: desde simulaciones termodinámicas en la cabina de la locomotora hasta el diseño de interiores de un vagón de pasajeros, pasando por nuevos materiales, presentaciones de bocetos, optimización de algoritmos de cálculo numérico, bancos de pruebas…
Además, durante su primer año, la cátedra quiere realizar cursos y jornadas y convocará un premio de diseño industrial. En ese sentido, uno de los principales intereses de Vossloh es formar a los alumnos en softwares específicos del ámbito ferroviario, por lo que dotará a la Escuela de medios físicos y del soporte de profesionales. “Entre otros, se podrá manejar el LS Dyna, una carísima herramienta informática que permite analizar el choque de trenes y que, de otra manera, sería inalcanzable para los alumnos”, admite el profesor Sergio Hoyas.
Un sector puntero y sin crisis
“El ferroviario es uno de los pocos sectores mundiales que Europa lidera. Y España es también totalmente puntera en este ámbito. Las empresas no han sufrido la crisis porque dedican casi toda su producción al mercado extranjero. En las instalaciones de Vossloh España –que se encuentran a 10 minutos del campus de Vera– se hace todo: desde el diseño de planos y el cálculo de estructuras hasta la construcción de prototipos en talleres y las pruebas en los bancos de ensayo”, ha comentado José Millet, el director delegado de Emprendimiento y Empleo de la UPV. “Es, pues, una oportunidad excelente para los alumnos, para que aprendan cosas que no se dan en el aula.”
“Y también para pasarlo bien,” ha precisado Antonio García. “Si te gusta la ingeniería, te diviertes ¿Quién no disfruta participando en la puesta en marcha de un tren de mercancías de un kilómetro y medio de largo, el más largo de Europa? ¿O haciendo pruebas en Viena, a 20 grados bajo cero, o en mitad del desierto de Colorado?”