VALENCIA | OCIO Y GASTRONOMÍA

Visitamos Baovan, el nuevo restaurante en Ruzafa donde la estrella es el bao

JOSÉ LUIS LÓPEZ @CALIDADESALTAS - 17/03/2022

Aunque ya se pueden probar en Mercabanyal y en El Perelló, este es su primer local en Valencia

Seguramente a nadie le pille de nuevas esto de Baovan, pues ha sido uno de los delivery que mejor ha funcionado durante la pandemia. Sin duda ha sido un concepto rompedor que ha llegado para quedarse. Además del delivery, podemos degustar sus baos en Mercabanyal o en su local de El Perelló, durante la época estival. Sin embargo, es ahora cuando podremos también disfrutar de su oferta gastronómica en su nuevo local, situado en el barrio de Ruzafa y, más concretamente, en la calle Pintor Salvador Abril número 22.

En este artículo os voy a contar brevemente su propuesta. Baovan tiene una carta sencilla. Lo normal es pedir tres baos, un entrante y un postre para compartir. De este modo, el comensal medio queda saciado. La oferta de baos se compone de siete tipos, de los cuales dos (El veggie y el maní sweet chili) son aptos para vegetarianos, más un octavo “del mes” que va cambiando. Cada uno de ellos sale por 4,50€

En cuanto a los entrantes, tenemos opciones que van desde las patatas waffle o sweet potato fries hasta unas gyozas al vapor, más que correctas. Recomendaría también el hummus de remolacha, pues resulta fresquito y abundante.

Para rematar llegamos al postre, donde hacen una apuesta única: la cheesecake. Y es que preparan una cheesecake casera en tres variedades: la clásica, la de Oreo y la de galleta Lotus, con un toque semi fluido espectacular. Nota: Si pedimos para delivery será algo más horneada para garantizar que llega de una pieza.

Un local con personalidad

Pasemos ahora al local: ha sido creado bajo el concepto “Beach behind the forest” y cuenta con una decoración que, como nos cuenta Nacho Sal (co-fundador de Baovan), intenta contar una historia de amigos, bosque y playa en una tarde de verano.

Con la ayuda de Clap Studio (diseño de interiores situado en Sollana, galardonado en los German Design Awards y nombrado top 100 de creativos en España según la revista Forbes) el local nos lleva por un viaje que comienza en el bosque (la entrada), el cual da paso a un paisaje de arena y mar enfrentados con el atardecer como protagonista en la pared. Todo ello cubierto en el techo con unas suaves telas que ondean ligeramente simulando las nubes en movimiento.

En la parte del atardecer, reflejado en media luna con una pared de lona, la gente de Vitamin Studio se ha encargado de, mediante una estudiada iluminación, ir simulando la caída del sol. Si seguimos avanzando descubrimos la cueva (que hace de reservado) con tonos más tenues y una iluminación que asemeja la luz de la luna, dando vida al concepto “sunset vs moonlight”. 

Para la inauguración prepararon un recibimiento con música en directo y repartieron a los distintos medios e influencers en las mesas para garantizar así el cumplimiento de las medidas Covid. Así que, mientras la banda amenizaba el ambiente ante la atenta mirada de las cámaras de los iPhone por un lado, y la cerveza Águila por el otro, podías ir pidiendo en mesa para probar los exquisitos baos. El pan bao no es un pan fácil, y aquí lo preparan a diario para asegurar que esté fresco y tierno. Es un pan del cual destaco su esponjosidad.  La fermentación e hidratación que tiene le da un toque alveolado característico en el interior y no sienta pesado. Además, algo que me gusta de sus baos, es que vienen bien cargados de mezcla, haciéndolos bien resultones en las fotos y muy disfrutables para comer con la boca bien abierta. 

En la charla que mantenemos con Nacho para conocer más sobre Baovan, su filosofía y sus orígenes, nos cuenta que la intención de su carta es llevarnos en un viaje gastronómico explorando los diferentes sabores del mundo a través de sus baos, y yo doy buena fe de ello, ya que con un bocado podemos estar probando un pulled pork al más puro estilo californiano y al siguiente saltar de continente con un pato Hoisin chino. Nos cuenta que la idea nació en un viaje de pareja a Tailandia, donde quedaron maravillados con el pan Bao y, a su regreso, vieron que era un producto que la gente buscaba pero el cual contaba con una escueta oferta en Valencia.

En definitiva, una velada muy entretenida de la cual tuvimos el privilegio de formar parte y ahora poder contaros. Desde aquí, desearle suerte a todo el equipo de Baovan en su nueva aventura, que seguro que resulta todo un éxito.

 

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