Así es Víctor Masot, el estudiante que sacó un 10 en una Selectividad marcada por la pandemia

Víctor Masot es un alumno 14. Estudia primer curso del Grado en Ingeniería Aeroespacial que se imparte en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de la Universitat Politècnica de València. Una carrera que eligió porque “desde pequeño me ha encantado todo lo relacionado con volar y el espacio, y ya en el colegio, las asignaturas que más me gustaban eran las matemáticas y la física, así que encajaba perfectamente conmigo”.

En las Pruebas de Acceso a la Universidad celebradas el pasado mes de julio, Masot obtuvo un 14 sobre 14. “Para mí fue como un reconocimiento por todo el trabajo que había hecho a lo largo de estos años y me alegré muchísimo, porque sabía que iba a poder entrar en Ingeniería Aeroespacial. Cuando me dieron la noticia no me lo podía creer, la verdad es que fue una sensación increíble”.

De esta convocatoria, totalmente atípica a ediciones anteriores –por un lado, porque se realizaron en los centros de Bachillerato y, por otro, por todas las medidas sanitarias establecidas para su desarrollo– Víctor recuerda que “fue bastante extraña. Aún nos quedaba temario por ver, así que tuvimos que darlo todo de forma online y eso complicó un poco las cosas”. Además, añade que “fue duro asumir que el final de nuestro último año en el colegio no sería como todos habíamos imaginado. No pudimos hacer el viaje de fin de curso ni la graduación, no pudimos despedirnos como es debido. En general, toda esta nueva normalidad fue difícil de asimilar, pero es lo que hay”.

Comenzar la universidad en plena pandemia

Una vez en el campus, Víctor señala que “no se parece en nada a lo que tenía pensado. Si el cambio del colegio a la Universidad ya es grande, pues imagínate con todo esto. Cada uno se adapta como puede”. Y es que, haber comenzado la carrera universitaria en plena pandemia está siendo una experiencia de vida y de madurez para muchos jóvenes. 

El alumnado, el que ha llegado por primera vez al campus para comenzar sus estudios universitarios, se encuentra con escuelas y facultades semivacías. Las clases comenzaron con mascarilla, una presencialidad reducida y/o en línea… Aparte de carteles recordando en todo momento la importancia de cumplir con las normas de distanciamiento social y el resto de medidas que dictan los protocolos para tratar de frenar el avance de la COVID-19.

"Cada tres semanas a mi grupo nos toca clase online, así que nos quedamos esa semana entera en casa. Los días que venimos a la Universidad todo es un poco extraño, ya que tenemos que mantener siempre la distancia, los trabajos colectivos tenemos que hacerlos a través de una plataforma... Luego, en las clases, se pierde mucho tiempo al tener que retransmitirlas online; con la mascarilla cuesta más entender a los profesores; etc. Son detalles que hacen que el día a día sea más complicado y más pesado de lo normal”, cuenta Víctor Masot. A esta lista, también añade que “con todo lo que está pasando es mucho más complicado conocer a nuevas personas, hacer nuevas amistades…, ya que no podemos estar todos juntos. Esa es una de las cosas que echo de menos”.

Sin embargo, Masot sostiene que “en la carrera estamos todos tomándonos esto muy en serio, porque sabemos que si seguimos las medidas de seguridad antes podremos volver a la normalidad, aunque por lo visto no todos lo consideran tan importante y eso fastidia porque afecta al resto y echa a perder cualquier avance que hayamos conseguido”.

Baloncesto y piano

Este futuro ingeniero aeroespacial, apasionado del espacio, compagina sus estudios universitarios con la carrera deportiva: lleva años jugando en el equipo de baloncesto de Paterna. Además, la otra gran pasión de Víctor Masot es la música. “El año pasado me saqué el título de piano de grado profesional y este año he empezado a dar clases particulares a estudiantes de Bachillerato y secundaria”. Lo dicho, todo un alumno 14.