València cuenta con 3.000 vías que redescubren la historia de la ciudad

En dos siglos València ha pasado de tener 560 calles, plazas y caminos, a sumar más de 3.000 vías repartidas entre los barrios y pueblos de la ciudad. Sus nombres están recopilados en el nomenclador, donde figuran desde gremios hasta advocaciones religiosas, pasando por reyes, papas y una serie de personalidades que forman parte de la memoria colectiva. Ahora, una nueva publicación editada por el Ayuntamiento estudia los cambios de esas denominaciones que plasman la evolución histórica del municipio y la impronta ideológica de sus diferentes gobiernos. Esta obra subraya “que en las últimas rotulaciones destaca la voluntad de hacer visible el papel fundamental de las mujeres en la sociedad, así como la de fomentar los valores universales como por ejemplo la Democracia”.

El libro Toponimia y memoria urbana. La configuración del nomenclador de calles de València (1812-2019), del escritor y topógrafo valenciano Luis Fernández, contextualiza social e históricamente el bautizo de las diferentes vías que dan forma al cap i casal, con nombres de personajes o hechos imborrables que se han convertido en la denominación de una avenida o una calle. En palabras de la concejala de Recursos Culturales, Gloria Tello, “esta obra hace una investigación que va más allá del nombre de cada vía, que nos permite ligar el porqué del nomenclador a la historia vivida”.

Según la introducción de esta obra, para desarrollar esta publicación municipal Luis Fernández, además de consultar las obras clásicas, que desde el siglo XVIII recogen el nomenclador histórico de la ciudad, cuando los nombres de las calles eran apelativos populares, como se ve en el plano del padre Tosca de 1704 o a la posterior guía de València de Orellana, ha analizado, sobre todo, la fuente más importante para el estudio de la onomástica urbana contemporánea: los expedientes de rotulación de calles conservadas en el Arxiu Històric Municipal.

Y en cuanto a los últimos expedientes acordados para rotular las calles de la ciudad, destaca “la voluntad de hacer visible el papel fundamental de las mujeres en la sociedad”. Así, por ejemplo, el libro cuenta como en el barrio de Tormos la llamada calle de Alfonso Peña, que fue ministro durante la Guerra Civil, ha pasado a denominarse calle de Marie Curie, primera mujer que recibió el premio Nobel y primera persona que recibió dos.

La publicación también explica que “en la elección de la nueva onomástica urbana también se ha querido fomentar los valores universales como por ejemplo la democracia y la cultural”. Así, la popular arteria de Quart Extramurs a Nou Moles, que en 1969 fue dedicada a José Castán Tobeñas, presidente del Tribunal Supremo durante 22 años de la dictadura franquista ha sido rebautizada como calle de la Democracia, tal como ha detallado Luis Fernández en el libro.