La UPV es la universidad española con mayor número de acreditaciones internacionales
La Universitat Politècnica de València (UPV) es la universidad española con mayor número de acreditaciones internacionales, además de ser la única que posee tres sellos de excelencia global: EUR-ACE, EuroINF y ABET. Todos los grados de ingeniería de la UPV que reúnen la antigüedad mínima necesaria para ser valorados tienen, como mínimo, uno de estos tres reconocimientos.
Los primeros sellos ABET se consiguieron en 2012 y, desde entonces, se han ido sumando más avales, en este caso de EUR-ACE y EURO-INF. Los últimos en conseguirlo han sido los grados en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural, Ingeniería Forestal y del Medio Natural, Ingeniería Civil e Ingeniería de Obras Públicas, que en el mes de noviembre han recibido el sello EUR-ACE. De este modo, actualmente en la UPV, tan solo quedan por acreditar los grados en Ingeniería de la Energía e Ingeniería Biomédica, que aún no han podido entrar en los procesos debido a su juventud.
Estas acreditaciones, internacionalmente reconocidas, implican que los estudios cumplen ampliamente con lo que exige la profesión de la ingeniería, independientemente del contexto concreto de cada país, y supone un aval importantísimo para la excelencia académica de la UPV.
Un garantía, también para las multinacionales
Los procesos son tremendamente exigentes, de análisis profundo y pormenorizado, muy arduos para los profesores, el personal de la administración y servicios –que prepara toda la documentación– e incluso para los alumnos. En ellos intervienen expertos nacionales e internacionales, miembros de los colegios profesionales y técnicos de las diferentes agencias. Una de las especialistas que ha trabajado en las sesiones es Lueny Morell, asesora de universidades para la mejora de la enseñanza superior –recientemente ha colaborado en la creación de una nueva universidad en Silicon Valley–.
"En el mundo hay aproximadamente un millón de multinacionales", explica Morell. "Es de esperar que cientos o miles de titulados acaben trabajando en alguna de ellas. Un sello de este tipo garantiza una formación de calidad, siguiendo unos estándares internacionales establecidos en estrecha colaboración con la profesión. Por eso muchas grandes compañías lo exigen como requisito a la hora de reclutar a su personal. Es el caso de Hewlett Packard (HP), en cuyo departamento de I+D, el HP Lab de Palo Alto, trabajé durante 12 años."
Morell comenta que "el mundo de hoy es VICA: volátil, incierto, complejo y ambiguo. Y las universidades no pueden conformarse con enseñar a los alumnos. Al contrario, deben asegurarse de que sus titulados aprenden a desenvolverse con soltura en ese difícil entorno. Por eso también las acreditaciones son buenas, porque ponen el énfasis en lo que el alumno aprende, no en lo que la universidad enseña."
Función protectora de los alumnos
Guy Haug, considerado uno de los padres del espacio europeo de educación superior (EEES), defiende que "las acreditaciones cumplen una función protectora de los alumnos. Les ayudan a elegir, a partir de criterios objetivos, las mejores titulaciones y, una vez graduados, les proporciona un 'distintivo europeo' como profesionales, un reconocimiento que aceptan las autoridades competentes y los empleadores más allá de las fronteras. Por eso, deberían ser también una alta prioridad para la Unión Europea."
Benefician la inserción laboral de los alumnos y mejoran el prestigio de la UPV
Estos reconocimientos logrados por la UPV benefician a su alumnado, mejor posicionado de este modo de cara a su inserción en el mercado laboral nacional o internacional. De hecho, los sellos son como pasaportes internacionales, que garantizan que los candidatos poseen los conocimientos y las competencias que rigen las normas internacionales. Se incluyen en el suplemento al título de cada alumno y abren las puertas al mundo académico y al mercado laboral mundial porque son reconocimientos ampliamente aceptados por empleadores y autoridades competentes más allá de nuestras fronteras.
El rector de la Universitat Politècnica de València Francisco Mora ha declarado que "estamos muy satisfechos, porque nos ayudará a poner en marcha más programas de doble titulación y será un aliciente para atraer a futuros estudiantes, especialmente extranjeros".